Presidente chino inicia campaña contra pobreza

Presidente chino inicia campaña contra pobreza

PEKIN (EFE).- El presidente Hu Jintao pasó la noche de fin de año chino con grupos de minorías pobres en una campaña ampliamente difundida hoy por los medios oficiales mientras crece el temor entre los políticos por las desigualdades sociales en China.

   Hu se reunió con una de las minorías más pobres, los Miao, en la provincia de Guizhou (suroeste) y compartió té con los campesinos en un intento por acercarse a los más desprotegidos transmitido por la Televisión Central de China (CCTV).

   «El presidente pidió a los líderes locales que ayuden al campesino Zha Lanming a mejorar el nivel de vida de su familia», publicó hoy, miércoles, el oficialista «Diario del Pueblo».

   El diario describe las visitas de Hu a la zona desde el lunes pasado, sus reuniones con cada uno de los campesinos y «trabajadores modélicos» durante la festividad más importante en China, que suele celebrarse en familia.

   «Sois gloriosos representantes», elogió Hu a los trabajadores, muchos de ellos ataviados con vestidos tradicionales Miao, «Y los miembros del Partido os lo agradecen».

   Hoy, primer día del Año Nuevo Lunar, el viceprimer ministro Zeng Peiyang se reunió con los «barrenderos de servicio» y los inmigrantes rurales que participan en la construcción del nuevo metro de Pekín, informó la agencia oficial Xinhua.

   «Quiero expresar nuestra gratitud por vuestra contribución para mantener un entorno limpio y en la mejora del transporte urbano», expresó Zeng a los trabajadores.

   La exhibición de estas visitas coincide con la inquietud entre los políticos y empresarios chinos por el aumento del descontento social, que se refleja en los índices de delincuencia.

   Según el Ministerio de Seguridad Pública, unos 1.130 casos de bomba, 10.087 incendios premeditados y hasta un total de 4,7 millones de casos delictivos, de los que cuatro millones fueron robos, se registraron en 2004, informó el diario «China Daily».

   La reconversión de las empresas estatales se saldó con el cierre hasta 2004 de 3.377 compañías y la reubicación de 6,2 millones de empleados, en un proceso plagado de protestas obreras que el año pasado se dispararon y que se cuentan por decenas de miles en sectores empresariales.

   La renta per cápita anual de los campesinos alcanzó en 2004 los 345 dólares, un incremento del 6,8 por ciento tras ajustar la inflación, mientras la media en China es 1.000 dólares anuales.

   Al mismo tiempo, las tasas rurales bajaron hasta 3,6 dólares tras una reducción del 44,3 por ciento puesta en marcha por Pekín para aliviar la paupérrima situación en el campo.

   La celebración del Año Nuevo fue motivo, en los últimos años, de protestas de trabajadores inmigrantes que no podían volver a sus provincias por no haber recibido sus salarios, por lo que estas fechas son propensas a los intentos de suicidio a lo bonzo en la céntrica plaza de Tiananmen (Pekín).

   El mismo Zeng Peiyan instó a los gobiernos locales a asegurar el pago de estos salarios a unos 120 millones de inmigrantes que, el año pasado, ascendían a 43.373 millones de dólares.

   Según la oficial CCTV, cientos de miles de empresas en diez provincias pagaron una deuda de 1.386 millones de dólares en salarios a sus empleados en los últimos dos meses.

   «No puedo creerme que el Gobierno haya pagado más del 90 por ciento de la deuda», señaló Zhou Litai, abogado especialista en derechos de los trabajadores, al diario «South China Morning Post».

   «Es mejor que nada, pero muchos trabajadores no han recibido sus pagas», explicó Zhou al diario, que recoge el caso del peón de construcción Li Jun, de 37 años, a cuyo equipo la empresa debe todavía unos 9.639 dólares.

   «El sector de la construcción es tan complicado y hay tantas subcontratas que es difícil de controlar», declaró Li Tao, director de «Facilitators», una ONG especializada en inmigrantes laborales.

   Los Ministerios de Trabajo y Seguridad Social y de la Construcción iniciaron un programa en diciembre de 2004 destinado a mejorar los contratos laborales de las constructoras.

   «Hemos resuelto el problema básico de los salarios pendientes a los inmigrantes», señaló el director de la división de Seguridad Social del Ministerio, Yu Mingqin, a la CCTV. «Pero no podemos obviar que el problema sigue existiendo para algunos», añadió.

   Las áreas rurales, los desempleados y los inmigrantes son la bomba de relojería que podría hacer estallar el sueño económico chino, un problema que preocupa a la nueva generación de políticos cuyo margen de maniobra para solucionarlo se desconoce.EFE

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