El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), Manuel Diez Cabral, afirmó hoy que a pesar de todos los logros del país a nivel de institucionalidad, estabilidad macroeconómica e infraestructura, cuando se compara con otros de la región y de condiciones similares, los resultados no son alentadores.

Diez Cabral, en su discurso ante la Cámara Americana de Comercio de la República Dominicana (AMCHAMDR), señaló que estudios comparativos globales indican que el resto del mundo ha estado modernizándose a mayor velocidad.

“En los últimos años hemos experimentado una tendencia sostenida al aumento del déficit público y al incremento de la deuda. El acceso al financiamiento ha permitido solventar el considerable desbalance de las finanzas públicas de los últimos años”, criticó.

Explicó que en el 2011 el déficit fiscal ascendió a la suma de RD$56,516 millones citando el informe de ejecución presupuestaria publicado por el Ministerio de Hacienda.  “Para el año en curso, el Presupuesto General del Estado incorpora un déficit de RD$22,443.7 millones”, sostuvo.

Dijo que, sin embargo, el proyecto de presupuesto complementario sometido por el Poder Ejecutivo la semana pasada, contempla un aumento del déficit público de  cerca de RD$96,000 millones.

“Esto es equivalente a un déficit del sector público no financiero superior al 4% del PIB, cuando originalmente se había presupuestado uno de 0.9% del PIB. A esto habría que sumar el déficit cuasi fiscal, con lo que estaríamos hablando de un déficit público de alrededor del 5.5% del PIB. Estas son cifras mayores que nos colocan en un proceso de desajuste de las finanzas públicas”, lamentó.

Criticó que se ha convertido en norma que el Presupuesto General del Estado sea modificado a mitad de año por sobreestimación de ingresos y subestimación de gastos de financiamientos requeridos y gasto público.

“Cada uno de esos años ha sido sometido un parche tributario para aumentar los ingresos del gobierno o para cubrir el déficit generado por la falta de previsión gubernamental. Este constante cambio de las normas tributarias, ha contribuido a generar un escenario de incertidumbre para los actores económicos del país, pues no existe nada más perjudicial para la actividad económica que el cambio constante de reglas de juego”, explicó.

Empleo. Dijo que en lo relacionado con el empleo, al sector empresarial le preocupa que la informalidad haya avanzado de una manera considerable.

Dramático incremento del empleo en el sector público. Igualmente, manifestó inquietud por el “dramático incremento del empleo en el sector público”, que, de acuerdo a cifras oficiales, duplicó los asalariados de 330 mil 592 en el 2000 a 653 mil 595 en el 2012.

“Este modelo es insostenible y a largo plazo sacrifica la competitividad de los sectores productivos del país. El costo de este modelo es la inercia de los sectores”, advirtió.

El país debe cambiar. Diez Cabral señaló que los países europeos actualmente en crisis, están sufriendo las consecuencias de haber estado, durante mucho tiempo, viviendo por encima de sus posibilidades.

“Ambos contextos, el internacional y el local nos indican que debemos cambiar”, consideró.

Dijo que el cambio es difícil, pero si se quieren resultados diferentes “debemos reinventarnos y ser capaces de dejar atrás los modelos que nos han llevado a la realidad actual”.

Aseguró que el sector empresarial tiene varios años planteando la necesidad de cambiar el modelo económico. Pero que ese planteamiento no sólo se orienta a un cambio de las actividades productivas y comerciales que se desarrollan en el país.

“Nuestra visión de cambio se extiende a nuestros objetivos nacionales. Alcanza las relaciones entre el sector privado y el Estado, abarca también, el diseño de una estructura fiscal que estimule la producción, la competitividad, la generación de riquezas y la creación de nuevos negocios. Así como el establecimiento de un régimen laboral que estimule la creación de nuevos puestos formales de trabajo y genere estabilidad en el empleo”, ponderó.  

Rediseño del sistema educativo. Apuntó que para lograr un capital humano altamente capaz y competitivo es necesario rediseñar el sistema educativo. “El cambio de modelo apunta también a eficientizar y aumentar la calidad del gasto público”, acotó.

Reforma fiscal. De acuerdo al dirigente empresarial una reforma fiscal integral deberá tener como prioridad mejorar la estructura impositiva de la República Dominicana.

“Debemos eliminar  la excesiva presión, las trabas y distorsiones existentes en el proceso productivo. Resulta imposible exportar impuestos. Pagarlos tampoco debería ser tan difícil. Es necesario que analicemos los países con los que competimos hoy  y aquellos con los que queremos competir en cada renglón de la economía y que establezcamos un modelo equitativo con el que esas naciones poseen”, sugirió. 

Además, advirtió que el nuevo esquema impositivo debe eliminar las causas que provocan la informalidad, para que no sea un mecanismo de competencia desleal.

“Esta reforma debe garantizar que iniciar un negocio en República Dominicana no constituya una carrera de obstáculos en contra de la administración”, recalcó.