QUITO.  AP.  El presidente Rafael Correa aseguró ayer que “el golpe no ha terminado” en relación con la sublevación policial de hace siete días, y afirmó que en cualquier momento “algún loco nos puede meter un tiro”.

En declaraciones a corresponsales, destacó que “los gobiernos progresistas de América Latina, los que queremos un verdadero cambio de estructuras, enfrentamos una conspiración permanente; para nosotros el golpe no ha terminado, continúa, lo del día jueves (30 de septiembre) pudo haber sido una medición, debemos prepararnos para el resto”.  “Vamos a investigar… todas estas cosas hasta el fondo y tratar de tomar todas las precauciones para que no se vuelvan a repetir a futuro”, dijo.  Correa manifestó que “no hay revolución sin contrarrevolución, aquí lo que se ha revelado es la contrarrevolución que siempre hemos tenido”.  “Cualquier rato, algún loco nos puede meter un tiro”, señaló sin dar detalles, pero aseveró que “lo único que me da miedo a la muerte, es dejar abandonada mi familia”.  El 30 de septiembre, los agentes del principal cuartel policial se alzaron para protestar por la eliminación de beneficios económicos, lo que derivó en ataques verbales y físicos a Correa, quien tuvo que refugiarse en un hospital cercano, en donde quedó retenido por varias horas y fue liberado por tras una incursión armada del ejército.  El país se encuentra bajo estado de excepción hasta mañana.

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Detienen policías

Un grupo de 46 policías fue detenido en Ecuador por la rebelión de uniformados del pasado jueves, denunciada como un intento de golpe de Estado por el presidente Correa. Entretanto, el presidente de EU, Barack Obama, llamó a Correa para reiterarle su respaldo tras la sublevación que dejó 10 muertos y 274 heridos.