El presidente de la Asociación de Empresas del Centro Histórico de Santiago (Asecensa), José Octavio Reinoso, indica que el nuevo horario del toque de queda, que busca controlar los contagios por COVID-19 en el país, ha constituido un duro golpe para el sector comercio.

Consideró que las autoridades debieron endurecer las medidas para las personas que violen las disposiciones establecidas, pero no aumentar las restricciones en cuanto al comercio que prácticamente no puede abrir ni sábados ni domingos y los días de semanas también tienen limitaciones.

“Además, esto contribuye a aumentar las aglomeraciones en los comercios y supermercados por el poco horario de apertura que tienen los mismos”, expresó el dirigente comercial.

En el decreto presidencial 740-20 se establece que dos primeros fines de semana de enero, es decir, los sábados 2 y 9, así como los domingos 3 y 10 de enero, el toque de queda inicia a las 12:00 del mediodía hasta las 5:00 de la mañana del día siguiente.

Mientras que de lunes a viernes la limitación al libre tránsito inicia a las 5:00 de la tarde hasta las 5:00 de la mañana del día siguiente. Estas son parte de las medidas preventivas con que las autoridades persiguen disminuir el número de contagios por coronavirus en el país.

José Octavio Reinoso enfatizó que el sector comercio ha sido duramente afectado por las medidas que disminuye las opciones que tiene la gente para poder adquirir productos diversos.

Las medidas impuestas por las autoridades afectan los restaurantes, bares, hoteles, los cultos religiosos, las actividades deportivas y artísticas, entre otras.