El presidente de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes (ASONAHORES)  abogó por la inclusión del turismo como eje central del desarrollo y el crecimiento sostenido del país en el Plan Nacional de Competitividad Sistémica,  y porque se  reconozca desde el punto de vista impositivo, la naturaleza exportadora del sector otorgándole un tratamiento diferenciado en el ITBIS.

El ingeniero Luis López señaló que la tasa de cambio real debe reflejar los costos internos y procurar una tasa de paridad frente al dólar. “La delicada relación calidad-precio-costo en la industria turística es fundamental para el crecimiento y la consolidación de las empresas; una tasa de cambio sobrevaluada aumenta los costos internos con relación al dólar teniendo las empresas dos opciones: primero bajar la calidad para mantener el precio y mantener su margen de rentabilidad, pero tiene como consecuencia una reducción en el volumen de negocios a futuro;  y segundo o mantiene la calidad  y el precio bajando su margen de rentabilidad y por consiguiente su capacidad de invertir para mantener y mejorar su producto”, expresó López.

El dirigente hotelero formuló dichos planteamientos en el transcurso de su participación en el seminario Políticas Macroeconómicas Necesarias para Impulsar el Desarrollo del Aparato Productivo: Fiscal, Monetaria y Cambiaria”, que auspiciara recientemente  el Consejo Nacional de la Empresa Privada.

Aseveró que en el diseño de los sistemas impositivos, es normal que se cuide mantener exentos los bienes y servicios cuyo destino es la exportación, pero que en la República Dominicana ese no es el caso, ya que si bien es cierto que se aplica tal principio en lo relativo a las exportaciones de bienes, el servicio turístico esta afectado directamente por múltiples cargos y figuras de carácter tributario que son ampliamente conocidos.

Entiende que es necesario, la liberalización total del transporte aéreo y su comercialización permitiendo que la república Dominicana se convierta en centro de tráfico regional, y argumentó que en el sistema impositivo actual, el turista comienza a pagar al fisco dominicano desde  que se monta en el avión que lo traerá al país y no deja de pagar hasta que aterriza nuevamente en su lugar de origen.

El presidente de ASONAHORES resaltó que se tiene la percepción equivocada de que el turismo es una actividad económica que paga pocos impuestos al fisco dominicano, lo cual proviene de aquellos intentos de medición, que consideran exclusivamente los impuestos que se generan en el hotel o el avión, sin considerar la multitud de agentes que participan en el proceso de la visita o en el abastecimiento del hotel.

“Muchos de los impuestos que se integran a la estructura de costos del sector turismo están remitidos a renglones que, para el consumidor nacional, suelen ser catalogados como “suntuarios” o al menos de no muy primordial necesidad. Tal es el caso de las bebidas alcohólicas, los cigarrillos, los televisores, equipos de sonido”, dijo.