BOGOTÁ, AFP. El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, calificó como «un paso muy importante» y «en la dirección correcta» la liberación este lunes de los últimos 10 rehenes uniformados por parte de la guerrilla FARC, pero advirtió que «no es suficiente» y pidió entregar a todos los cautivos civiles.

«Esta liberación y sobre todo el compromiso de las FARC de no volver a secuestrar es un gesto que valoramos en toda su dimensión.

Sin duda es un paso en la dirección correcta, un paso muy importante, pero no es suficiente», dijo el mandatario en una breve alocución.  

«Salí a almorzar hoy y me abordó una funcionaria de la alcaldía (de Bogotá) para decirme que no sabe de su esposo secuestrado por la guerrilla hace 13 años. Como ella, hay cientos que no tienen ni idea de (la suerte) de sus familiares.

Por eso no basta con dejar de secuestrar: hay que liberar a los civiles y dar cuenta a las familias de todos ellos», resaltó.

Las FARC entregaron a un grupo de seis policías y cuatro militares, secuestrados hace más de 12 años, a una misión humanitaria integrada por delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y del colectivo Colombianos y Colombianas por la Paz, que dirige la ex senadora Piedad Córdoba.

En su declaración, Santos agradeció a un grupo internacional de mujeres que participó como garante en las liberaciones, entre ellas la guatemalteca Rigoberta Menchú, Premio Nobel de la Paz 1992, pero subrayó que «la paz es un asunto de Colombia, que vamos a resolver nosotros y cuyo manejo corresponde al presidente». 

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, comunistas) anunciaron como «un gesto de paz» la liberación de los que reconocen como los últimos 10 uniformados que mantenían cautivos, a la vez que declararon su renuncia al secuestro de civiles como medio de financiamiento. 

Las FARC son la principal guerrilla de Colombia con unos 9.000 combatientes y la más antigua de América Latina, con casi medio siglo de lucha armada. 

Recientemente, las FARC plantearon un diálogo directo al presidente Santos, quien exige como paso previo el fin de los secuestros, de los atentados y del reclutamiento de menores.