SAN JOSE (AFP). En un sorpresivo giro de opinión, el presidente de Costa Rica, Abel Pacheco, anunció la tarde del jueves que enviará a conocimiento de la Asamblea Legislativa el tratado de libre comercio (TLC) suscrito entre Centroamérica y Estados Unidos.

El gobernante aseguró durante una actividad privada que lo haría «a la mayor brevedad posible», mientras que el ministro de Comercio Exterior, Alberto Trejos, precisó que sería en agosto próximo.

Pacheco explicó que se busca propiciar un análisis «pausado» y a profundidad del acuerdo, que ha suscitado el rechazo de distintos sectores.

El martes pasado, el mandatario había dicho que no valía la pena abrir la discusión legislativa de un proyecto tan conflictivo antes de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, en noviembre próximo, debido a que en este momento no es una prioridad legislativa en aquel país.

Pacheco se quejó además de la falta de apoyo del sector privado y de algunos grupos políticos a los que considera las dos prioridades de su administración: el TLC y un proyecto de reforma fiscal.

El sorpresivo cambio de posición del presidente desanimó a los opositores del TLC y tranquilizó a empresarios, que habían lamentado la decisión de no presentar el proyecto al Congreso.

El secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP), Albino Vargas, dijo que era esperable que «le torcieran el brazo» al gobernante, pero no que fuera tan pronto.

«Tener una persona así en el poder, capaz de cambiar de posición de un día para otro en un tema tan importante, es un verdadero peligro para este país», dijo el sindicalista.

Vargas anunció que distintos sectores sociales se reunirán para definir la estrategia de lucha contra el TLC, que anticipó como un «movimiento social histórico» y sin precedentes en el país.

Por su parte, las cámaras empresariales aplaudieron el giro del presidente y lo calificaron como «un triunfo de la razón».

«Creo que lo del martes fue una reacción muy de él (de Pacheco)», opinó Marco Vinicio Ruiz, dirigente de la Cámara de Industrias, y uno de los representantes del sector privado que más activamente participó en la negociación del TLC con Estados Unidos.