Quito. EFE.  El presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció ayer la expulsión de un funcionario de EE.UU., lo que, según analistas, convierte a su Gobierno en el primero de la región en tener un roce con la administración de Barack Obama, mientras casa adentro se habla de “cortinas de humo” y defensa de soberanía».

Correa dio ayer un plazo de 48 horas para que Armando Astorga salga del país, al calificar de “insolente” una carta que éste dirigió al Comandante General de la Policía, Jaime Hurtado.

No obstante, Marta Youth, jefa de prensa de la Embajada, dijo Efe que Astorga salió del país en enero pasado como parte de “una rotación normal” de personal. “Señor canciller de la República (Fánder Falconí), escúcheme, le da 48 horas a este señor Armando Astorga para que coja sus maletas y se largue de este país. Aquí no vamos a aceptar que nadie nos trate como colonia”, indicó Correa en su informe semanal de labores.

La reacción de Correa respondió a que en la misiva, Astorga informa que han decidido dar por terminado “el entendimiento de apoyo logístico y operativo brindado a la unidad del centro de operaciones anticontrabando de la Dirección Nacional de Inteligencia de la Policía Nacional». Según el presidente ecuatoriano, en ese centro, EU cualificaba al personal y al comandante de la unidad.