ROMA, (AFP) – El presidente de Italia, Giorgio Napolitano, envió una carta a su homóloga de Brasil, Dilma Rousseff, para solicitarle que conceda la extradición al ex activista Cesare Battisti, según informaron este viernes medios de prensa italianos.

La carta, que no fue divulgada oficialmente por la oficina de prensa de la presidencia, fue entregada a través de la embajada de Brasil en Italia, según el diario La Repubblica, que publica fragmentos.  

«Tal vez no fue plenamente comprendida la necesidad de justicia de mi país y de los familiares de las víctimas de los brutales e injustificables ataques armados, así como de los heridos y sobrevivientes», escribió el jefe de Estado italiano..

 Para el presidente Napolitano, militante histórico del Partido Comunista, el rechazo de la extradición de Battisti «es motivo de decepción y amargura para Italia», donde el activista de izquierda fue condenado a cadena perpetua por cuatro asesinatos cometidos en la década del 70.  

Para el mandatario italiano «es inaceptable negar, remover o hacer una lectura romántica de los derramamientos de sangre de aquellos años y las responsabilidades no pueden ser olvidadas», escribió.

 Napolitano recuerda a la nueva presidente Dilma Rousseff que «se trata de una necesidad de justicia de Italia ligada al empeño de las instituciones democráticas de mi país y de la colectividad nacional, que fueron capaces de rechazar la amenaza y los ataques del terrorismo, consiguiendo derrotarlo según las reglas del Estado de Derecho».

 El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva decidió en su último día de gobierno, el pasado 31 de diciembre, no extraditar a Italia a Battisti, ex militante de extrema izquierda, condenado por asesinato y considerado como un «terrorista» por Roma.  

Su decisión causó gran malestar en el seno del gobierno italiano, que la impugnó ante el Tribunal Supremo de Brasil, además de llamar a consultas a su embajador en el país latinoamericano.  

Battisti fue condenado en ausencia en Italia a cadena perpetua por cuatro asesinatos cuando era miembro del grupo radical Proletarios Armados por el Comunismo, en la década de los 1970.  

Está preso desde 2007 en Brasilia a pedido de las autoridades de Italia.

 El pasado día 6, el presidente del Tribunal Supremo de Brasil, Cézar Peluso, denegó su inmediata liberación y reabrió oficialmente el caso, que será examinado en febrero.