El presidente del Tribunal Constitucional (TC), doctor Milton Ray Guevara, advirtió que la democracia no puede limitarse al poder de la mayoría y afirmó que toda ley que emana del Congreso de la República es susceptible de ser atacada en constitucionalidad.
El jurista declaró que la Constitución escrita es el mecanismo de control del poder de los gobernantes, pero que a los gobernantes no les gusta que se les controle.
Ray Guevara inauguró ayer en la Cámara de Diputados “el programa especial de Cátedras Universitarias sobre Derecho Parlamentario”, con la conferencia “El control constitucional de los actos parlamentarios a partir de la Constitución dominicana del 2010”.

Indicó que existe el riesgo de transformar el control de la regularidad constitucional en un control de oportunidad política que termine socavando el proceso de deliberación democrática en el Congreso Nacional.
Precisó que los derechos y separación de poderes son conceptos limitantes del poder.

Ray Guevara, exsenador, exdiplomático, catedrático de derecho constitucional, comparado, relator de proyectos de constituciones y autor de libros sobre esta materia, citó el artículo 16 de la paradigmática Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de Francia de 1789, que en su Constitución estableció que “Toda sociedad en la cual la garantía de los derechos no esté asegurada, ni la separación de poderes determinada, no tiene Constitución”.
En su ponencia magistral en el salón de la Asamblea Legislativa, ante juristas, jueces del TC y de otras cortes, senadores, diputados, diplomáticos, estudiantes y personal administrativo del Congreso, Ray Guevara dijo que la justicia constitucional constituye una técnica de autolimitación que la democracia ha instaurado para ponerse al abrigo de la desviación autoritaria del poder.
“La experiencia histórica muestra que las pasiones de un momento pueden llevar al pueblo a sacrificar los principios más elementales de libertad y justicia”.
Sobre la supremacía de la Constitución, dijo que no pasaría de ser una simple afirmación de principio político, carente de eficacia jurídica imperativa, si no existiese el control jurisdiccional de constitucionalidad de la actuación del Parlamento o Congreso a la Constitución.
“La justicia constitucional –en cuya cúspide se ubica el TC- constituye la garantía jurídica de la supremacía de la Constitución, asegurando la eficacia de los mecanismos de autolimitación del poder que ella consagra, para proteger los valores esenciales de la convivencia colectiva y los derechos fundamentales de las personas”.
El presidente de la Cámara de Diputado, Rubén Maldonado, dio la bienvenida y citó el programa especial de Cátedras Universitarias sobre Derecho Parlamentario como uno de los planes de su gestión por acercar el órgano legislativo a la población.