Hoy 
POR DIONISIO SOLDEVILA
SANTIAGO.- Las tendencias cambian con el tiempo y por esa razón, el presidente del Salón de la Fama no descarta que los peloteros que hoy son mal vistos por ser acusados de consumo de esteroides puedan encontrar su nicho de inmortales.
A la historia hay que darle su tiempo y por eso hay que esperar a ver cuál será la tendencia para los que hoy son acusados de haber usado sustancias para mejorar el rendimiento, dijo Dale Petroskey, durante un desayuno conversatorio organizado por el Centro León en un hotel de esta ciudad como parte de las actividades relacionadas con la exhibición Nos Vemos en el Play que ayer fue abierta oficialmente al público.
El retirado inicialista Mark McGwire ha sido la principal víctima de la furia de los miembros de la Asociación de Cronistas de Béisbol de los Estados Unidos, recibiendo apenas un 23 por ciento en los primeros dos años de elegibilidad para el Salón de la Fama y siendo la primera figura de relieve en optar por la inmortalidad en la era de los esteroides.
Sin embargo, Petroskey resaltó el hecho que a pesar del bajo porcentaje recibido, no ha sido tanto como para quedarse fuera por siempre de las papeletas.
Si se fijan, los votos que McGwire ha recibido han sido bajos, pero no tanto como para descartarlo, por lo que eso podría cambiar en unos años, agregó el ejecutivo.
Otros peloteros como el hoy líder de jonrones de todos los tiempos, Barry Bonds y el siete veces ganador del premio Cy Young, Roger Clemens, podrían enfrentar la misma suerte de McGwire cuando llegue su momento de elegibilidad.
En el caso de Bonds, fue el principal pelotero en ser acusado pública y privadamente de usar esteroides por su relación en el caso BALCO y Clemens fue acusado por su entrenador Brian McNamee en el reporte Mitchell de haber recibido varias inyecciones de esteroides a principios de la década del 2000.
Una suerte similar podría correr el cubano Rafael Palmeiro, quien pegó 3,000 hits y llegó a 500 jonrones, pero se ha mantenido fuera de las mayores desde que dio positivo a esteroides hace dos años.
Otro que se encuentra en el grupo de los que se encuentran bajo la lupa es el jardinero dominicano Sammy Sosa, a pesar de que nunca ha arrojado un positivo ni ha sido acusado directamente por nadie de ser un consumidor de sustancias para mejorar el rendimiento.
La historia se toma su tiempo. El reporte Mitchell fue bueno, pero no lo es todo. En cuanto al Salón de la Fama se refiere, hay que esperar para ver lo que sucede, agregó.
Los peloteros son elegibles para el Salón de la Fama luego de 10 años como jugador de la Gran Carpa y cinco años de haberse retirado.
En primera instancia son elegidos por el voto de los miembros de la Asociación de Cronistas de Béisbol de los Estados Unidos (BBWAA según siglas en inglés) y para ingresar se debe recibir un 75 por ciento de los 539 miembros del sindicato.
En segunda instancia, y luego de haber pasado 15 años en las papeletas de los periodistas sin ser elegido, el comité de veteranos del Salón de la Fama, es decir, los peloteros elegidos, tienen el derecho a ingresar a quienes consideren meritorio.
Pelota de bonds
Al ser cuestionado sobre la situación de la bola del jonrón 756 del jardinero Barry Bonds, la cual supuestamente sería entregada al Salón de la Fama por su propietario pero con un asterisco, Petroskey respondió a la posición del museo.
Todavía no hemos recibido la pelota, pero tenemos que esperar para ver lo que sucede al respecto, cuándo y si la recibimos, analizaremos el tema y posteriormente fijaremos una posición al respecto, indicó.
no solo un museo
Para muchos, el Salón de la Fama es solo un museo o la institución que se encarga de recordar a los peloteros que tienen grandes carreras.
Sin embargo, Petroskey señaló que es mucho más que eso, entre lo que se puede destacar una institución educativa.
A través del Salón de la Fama enseñamos a millones de niños de los Estados Unidos, vía satélite y en teleconferencias, matemáticas, historia, geografía, y otras materias, todo inspirado en el béisbol, reveló Petroskey.
