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El presidente Leonel Fernández invitó ayer a la sociedad dominicana a reconocer el esfuerzo que hizo el fenecido ex mandatario Salvador Jorge Blanco por la conformación de una institucionalidad democrática en el país.
Durante las palabras de despedidas del féretro, al concluir el ceremonial de Estado en el Palacio Nacional, Fernández dijo que al margen de las polémicas históricas y de las disputas políticas, el Gobierno y el pueblo dominicano rindieron tributo a la vida de un hombre que desempeñó un papel enaltecedor en la construcción de un país democrático, libre y justo.
Indicó que Jorge Blanco hizo aportes sustanciales al desarrollo institucional y deja como legado una invaluable trayectoria política, académica, profesional y familiar que se pone en evidencia por su lucha indeclinable a favor del respeto a los derechos humanos.
Destacó que también hizo aportes significativos con sus cátedras universitarias, con la integridad de su ejercicio profesional como jurista y en su desempeño por formar una familia ejemplar.
El presidente Fernández dijo que conoció a Jorge Blanco en el Palacio de Justicia de San Cristóbal a principio de los años 70, cuando postulaba en la defensa de varios jóvenes dirigentes políticos de izquierda que estaban presos.
Manifestó que no es de extrañar que se le viera al lado de las fuerzas constitucionalistas en abril de 1965 y que el coronel Francisco Alberto Caamaño lo designara Procurador General de la República en Armas y que participara en la redacción del Acta Constitucional que permitió el gobierno provisional de Héctor García Godoy.
Señaló que al llegar a la presidencia en 1982, Jorge Blanco se encontró con una situación económica nacional muy delicada, un ambiente social sensible y una realidad política con muchas dificultades. Además tuvo que pasar por las penumbras del poder, la soledad y la incomprensión.
Pero ese es el reto de cada figura pública y de cada sujeto de la historia; ser preso de su tiempo, hijo de las circunstancias y objeto de las controversias.
