Plutarco Arias acusa interesados en repartirse el presupuesto

El presidente Luis Abinader destituyó ayer al ministro de Salud Pública, Plutarco Arias, tras el escándalo originado por el frustrado proceso de licitación para la compra de jeringuillas a 25 pesos la unidad, que habrían sido destinadas al Plan Nacional de Vacunación contra el covid-19 iniciado por el Gobierno la pasada semana.

La medida está contenida en el decreto 131-21, dado a conocer anoche por la Dirección de Comunicaciones de la Presidencia, el cual precisa que deroga el artículo 11 del decreto 324-20 emitido el pasado 16 de agosto, mediante el cual fue designado el doctor Arias en el Ministerio de Salud Pública.

En la disposición no fue designado otro profesional de la medicina al frente del Ministerio, institución que tiene a cargo la lucha contra el covid-19.

Se recuerda que la cancelada licitación planteaba la compra de 25.8 millones de jeringas a un costo unitario de 25 pesos, que serían utilizadas para la vacunación contra el covid-19.

Defiende su honradez.- Tras darse a conocer el decreto 131-21, a través del cual fue separado de sus funciones de ministro de Salud Pública, el doctor Arias publicó un comunicado en el cual dice responder a una “ola de infidencia y chantaje”.

“He construido mi vida dorando las virtudes de honradez, honestidad, solidaridad y trabajo”, dice en su comunicado.

Dice, además, considerar su designación por parte del presidente Abinader el pasado 16 de agosto “como un reconocimiento a mis esfuerzos por construir la plataforma política del sector salud que nos llevó al poder y a mis cualidades profesionales y humanas”.

Hace mención, además, a que al asumir las funciones el Gobierno encontró un país “postrado ante la crisis sanitaria, un sistema de salud desbordado e incapaz de responder a los desafíos de la crisis y unas autoridades sin planes ni alternativas”.

“Diversos sectores interesados en repartirse el presupuesto del Ministerio de Salud, han desatado una andanada de mentiras, críticas, extorsiones y chantajes, para distorsionar mi labor esforzada, recta y transparente en la conducción del ministerio”.

Dijo que esa acción perversa de parte de personas que no identificó la “rechazo con toda la fuerza que me da saberme una persona de valores, de familia, de buenas costumbres y de más de 35 años de ejercicio pulcro de la medicina”.