POR MANUEL JIMÉNEZ
El Presidente Leonel Fernández dijo ayer que la Marina de Guerra deberá asumir como un reto de alta prioridad la extracción de sedimentos y escombros acumulados por años en las presas, debido a que el cambio climático expone al país a más frecuentes e intensos huracanes y lluvias que podrían hacer desbordar la infraestructura de estas obras.

 “Hemos vistos que nuestras presas pueden desbordarse y parte de eso tiene que ver con la sedimentación que se acumula en el tiempo y sabemos que en la presa de Tavera, que acaba de tener en estos momentos una situación trágica lamentable, todavía hay escombros desde la época del huracán David, en 1979”, advirtió el gobernante.

El mandatario habló en estos términos en un discurso de agradecimiento tras recibir un “Doctorado Honoris Causa, en el Área de Defensa y Seguridad Nacional” que le otorgó el Instituto Superior para la Defensa, dependencia de la Secretaría de las Fuerzas Armadas, durante una ceremonia de investidura en la Escuela Naval de Sans Soucí.

Fernández dijo que se trata de situaciones que ponen en peligro vidas humanas y propiedades e instó a los 20 guardiamarinas investidos en la ceremonia, así como a toda la Marina de Guerra a colocar esta misión entre sus retos de alta prioridad.

Las torrenciales lluvias que acompañaron el paso por el país de la tormenta Olga hizo desbordar la capacidad del embalse de la presa de Tavera, según las autoridades, y su desagüe originó que el río Yaque del Norte desbordara su cauce e inundara la parte baja de la ciudad de Santiago y otras comunidades de la línea noroeste.

Agregó que República Dominicana como Estado insular que comparte con Haití la isla  Hispaniola, enfrenta grandes desafíos a los inicios de este siglo 21 y que corresponderá a las Fuerzas Armadas y la Marina de Guerra desempeñar “un papel de singular importancia en la protección y defensa de todo el territorio nacional”.

Destacó que en primer lugar está el desafío del narcotráfico que se ha convertido en un delito de carácter transnacional, que va más allá de las fronteras y, por consiguiente, requerirá de consagración y dedicación especial en el manejo del espacio marítimo.

Fernández dijo que otro gran reto para la Marina de Guerra es frenar los viajes ilegales a Puerto Rico y que ya se están viendo en República Dominicana como una tradición.

“Esto exigirá también por parte de nuestros graduandos y toda la Marina de Guerra dedicación y esfuerzo para detener esa situación que cuestiona a la República Dominicana en el plano internacional”, expresó el gobernante.

Les advirtió también que deben proteger el medio ambiente, y sobre todo lo que tiene que ver con el medio ambiente oceánico tanto para bien del país como del propio planeta.

El gobernante arribó a las 11:45 de la mañana a la Escuela Naval “Vicealmirante César D’Windt Lavandier”, en la avenida España, para encabezar el acto de investidura de 20 guardiamarinas, correspondiente a su Quincuagésima Sexta promoción.

En la ceremonia hablaron el director de la Academia, capitán de navío Joaquín Peignand Ramírez; el jefe de Estado Mayor de la Marina de Guerra, vicealmirante Julio César Ventura Bayonet y el general de brigada José Noble Espejo, director del Instituto Superior para la Defensa, institución que otorgó al mandatario el Honoris Causa.

Fernández, tras expresar su gratitud por el reconocimiento, dijo que República Dominicana está abocada a la integración de carácter regional con el Caribe, Centroamérica y Suramérica como parte de los esquemas de libres comercio que están teniendo vigencia, pero advirtió que este hecho no hará que el país pierda su fisonomía de Estado nacional.

“En todo momento, deberá prevalecer la dominicanidad”, expreso el gobernante.

A la ceremonia asistieron, entre otros, el secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general Ramón Aquino García y los jefes de Estado Mayor de la Fuerza Aérea y del Ejercito Nacional,  el jefe de la Policía Nacional, así como familiares y relacionados de los graduandos.

LIMPIEZA CUESTA US$15 MILLONES

Recientemente la Subsecretaría de Suelos y Aguas, que dirige Víctor García, propuso que se  otorgue por concurso el retiro de los sedimentos acumulados en la zona del Nizao y que están minando la capacidad de las instalaciones hidroeléctricas de Las Barías, Valdesia, Jigüey-Aguacate.

Para la ejecución de ese proyecto se requerirían US$15,000,000 que serían financiados por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Sólo en Valdesia las autoridades estiman en cerca de 30 millones de metros cúbicos de sedimentos. Mientras que en Las Barías, las aguas de riego no están llegando al canal Nizao-Najayo en algunas zonas por el cúmulo de agregados, escombros y lodo.

En  agosto, de acuerdo a una batimetría que hizo el Instituto de Recursos Hidráulicos (INDRHI), los sedimentos ascendían a 25 millones de metros cúbicos y a raíz de la tormenta  Noel se estima que el volumen creció entre tres y cinco millones.

En la hidroeléctrica  Valdesia, levantada en el año 1976,  nunca se ha hecho una limpieza de sedimentos. En el informe de agosto se plantearon alternativas como abrir un túnel de desvío para descargar.

Con relación a Las Barías, García explicó que desde hace tiempo está colmatada. Recordó que el contraembalse se desvió para llevar agua a los canales Marcos A Cabral y Nizao-Najayo y en la actualidad  estas funciones no se están cumpliendo a cabalidad.