LA PAZ, Mar 22 (AFP) – El presidente boliviano Evo Morales acusó este miércoles a Estados Unidos de estar detrás de los atentados con poderosos explosivos que dañaron dos hoteles en La Paz y que dejaron dos muertos y al menos siete heridos.
«Hay lucha contra el terrorismo y el gobierno de Estados Unidos nos manda norteamericanos (a) hacer terrorismo en Bolivia», denunció Morales, durante un acto público en la ciudad de Santa Cruz (900 km al este de La Paz).
«Un norteamericano, un norteamericano metiendo bombas en los hoteles. El gobierno de EEUU lucha contra el terrorismo y no es posible que gente de EEUU venga meter bombas en los hoteles. ¿Qué está pasando?», preguntó el gobernante que cumple este miércoles dos meses en el poder.
«Detrás de estos dos atentados están intereses de algunos grupos oligárquicos en Bolivia, usando agentes externos para amedrentar, para crear zozobra, para decir que el gobierno no sabe controlar a Bolivia», deploró.
La policía boliviana detuvo a la uruguaya, Alba Riveiros y al estadounidense Claudio Lestad D’Orleans como principales sospechosos de detonar poderosas cargas en dos hoteles paceños.
Riveiros y Lestad D’Orleans fueron aprehendidos en un hotel de paso, en la ciudad de El Alto, a 12 km de La Paz, sólo horas después de los estallidos.
Luego analizar la situación con su gabinete, Morales concluyó que «estos dos atentados es una provocación a la democracia boliviana, es una provocación, al gobierno nacional y es una provocación, fundamentalmente, a la Asamblea Constituyente» convocada para el 6 de agosto que viene.
La Constituyente es el principal proyecto del mandatario, con el que pretende reformar estructuralmente el país.
«Saben que con la Asamblea Constituyente, en democracia, vamos a hacer grandes cambios, el verdadero cambio va a llegar con la Asamblea Constituyente», insistió.
Morales, que también acusó a terratenientes bolivianos, pidió al pueblo organizarse para defender la democracia y el gobierno de izquierdas que preside.
Ante una concentración popular en Santa Cruz, llamó a organizarse «en los barrios, en las comunidades, en los ayllus (comunidades más pequeñas), en las capitanías (indígenas del oriente y norte amazónicos), comités de defensa de la democracia, de la dignidad y, sobre todo, para defender la Asamblea Constituyente (…) no tenemos otra alternativa el pueblo organizado, unido, movilizado, para defender la democracia».
Su canciller David Choquehuanca denunció las explosiones como «atentados a la vida».