KABUL (AP).- Atacantes no identificados dispararon el jueves un cohete contra un helicóptero que llevaba a bordo al presidente Hamid Karzai, pero el proyectil no alcanzó su objetivo ni lesionó a nadie, según informes del ejército norteamericano.

   Karzai, que ha sobrevivido por lo menos un atentado previo, restó importancia a lo ocurrido, pero el ataque aumentó las preocupaciones acerca de la seguridad del dirigente afgano respaldado por Washington, al tiempo que el Talibán repetía sus amenazas de alterar las elecciones del 9 de octubre.

   Las fuerzas norteamericanas dijeron que el cohete fue disparado cuando el helicóptero se acercaba a una pista de aterrizaje de la ciudad de Gardez, a 100 kilómetros al sur de Kabul, donde Karzai se proponía inaugurar una escuela.

   Los atacantes «dispararon el cohete cuando el helicóptero estaba aterrizando, pero no lo alcanzaron»», dijo el vocero estadounidense Mark McCann.

   El aparato no llegó a aterrizar, sino que se dio vuelta y trajo al presidente de regreso a Kabul.

   El vocero presidencial Jawed Ludin dijo que el cohete cayó en una aldea ubicada a kilómetro y medio de Gardez, sin lesionar a nadie en el aire ni en tierra.

   No obstante, McCann dijo que el lugar del impacto fue a unos 300 o 500 metros de la pista de aterrizaje. «El presidente no se halló nunca en peligro inminente»», agregó el vocero.

   No hubo indicio alguno acerca de quiénes dispararon el cohete.

   El gobernador Asadullah Wafa, uno de los centenares de asistentes a la inauguración de la escuela que se quedaron sin ver a su invitado de honor, dijo que la policía había descubierto el lugar del lanzamiento del cohete en una casa en ruinas de una población cercana, pero que no se habían efectuado arrestos.

   Entre los sospechosos figuran seguramente los extremistas afganos, entre ellos los afiliados al partido Talibán, que gobernó previamente al país y que ha lanzado una insurgencia tenaz contra los funcionarios de Karzai y contra la presencia de fuerzas extranjeras en el país.

   Los funcionarios se preparan para un recrudecimiento de la violencia a medida que se aproximen las elecciones presidenciales del 9 de octubre.