Mandatario condenó actitud desproporcionada
El presidente Luis Abinader expresó ayer indignación, rabia y gran dolor ante el homicidio cometido por una patrulla de la Policía contra una pareja de esposos que regresaba a su casa desde una actividad religiosa en Villa Altagracia.
Dijo que le costaba describir con palabras lo que “uno siente, porque ninguna alcanza a expresar la indignación, el grado de dolor y la rabia que todos llevamos dentro al ver la noticia del tiroteo a cargo de policías que han arrebatado la vida a dos jóvenes dominicanos que tenían un gran futuro por delante”.
En la “desproporcionada” actuación la noche del martes resultaron muertos la señora Elizabeth Muñoz Marte, de 32 años, y su esposo Joel Díaz, de 35, y herido Claudio Alberto Ramírez Lamais, de 29 años.
El mandatario reveló que habló con familiares de las víctimas para expresarles su pesar y que tiene la determinación de que no permitirán actos de esa naturaleza. “No toleraré que nadie esté por encima de la ley ni que pueda usarla a su antojo”.
Dijo que esta triste noticia reafirma aún más su compromiso de una reforma policial integral y regida por protocolos éticos que la convierte en un cuerpo que cuide y proteja a todos los ciudadanos.
“En este gobierno la vida humana es sagrada. Y no vamos a tolerar que la violencia nazca de las propias fuerzas que deben combatirla”, afirmó.
Dejó claro que la dureza de sus palabras representa una advertencia, un aviso a todos y todas de que en el país no caben la “impunidad, la arbitrariedad y mucho menos el abuso”.
Agregó que toda la fuerza del Estado estará al servicio de la gente, para garantizar sus derechos y nunca para arrebatárselos.
Informó que instruyó al ministro de Interior y Policía, Jesús Vázquez, para la cancelación inmediata de los agentes involucrados en este hecho y su sometimiento a la justicia y para que las familias de las víctimas tengan todo el apoyo y la ayuda necesaria.
“No podemos deshacer el daño causado, pero sí les puedo asegurar que se hará justicia”, advirtió en el Palacio Nacional.
En la noche habló con los padres de Elizabeth, para pedirle perdón en nombre del Estado y le expresó condolencias. Dijo que le aseguró su compromiso con la transformación y depuración de la policía. “No permitiremos excesos”.
Los acusados. Integraban la patrulla el segundo teniente Victorino Navarro, el sargento Domingo Perdomo Reyes, los cabos Norquis Rodríguez Jiménez y Ángel de los Santos, y los rasos Antonio Castro Pérez y Juan Samuel Ogando Solís.