TEHERAN (AFP).- El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, anuló su visita a Nueva York tras acusar a Estados Unidos de retrasar expresamente la entrega de su visado, que necesitaba para asistir a la votación el sábado en el Consejo de Seguridad de la ONU de una resolución para reforzar las sanciones contra Teherán.

«El viaje del presidente Ahmadinejad resultó imposible a causa del retraso en la atribución de los visados por parte de Estados Unidos» al presidente y a sus acompañantes, declaró el viernes por la noche a la AFP un allegado del dirigente que pidió el anonimato.

Ahmadinejad quería tomar la palabra durante la reunión del Consejo de Seguridad para defender el programa nuclear iraní y durante la cual sus 15 miembros votaron una resolución con nuevas sanciones económicas y comerciales contra Irán.

El portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Mohamad Ali Hosseini, denunció por su parte la «negligencia voluntaria y consciente» de los estadounidenses en la emisión de los visados, informó la agencia Irna.

«Los retrasos en la atribución de visados han sido planificados de tal manera que el viaje, a causa de una distancia particularmente larga, no pueda realizarse», añadió.

De todas formas, el jefe de la diplomacia iraní, Manuchehr Mottaki, «se halla actualmente en Nueva York» y se prevé que intervenga en la reunión del Consejo, declaró a la AFP un responsable del ministerio.

Por su lado, el gobierno de Estados Unidos rechazó las acusaciones iraníes. «Si (Ahmadinejad) decide no venir, de acuerdo, pero que no nos acuse a nosotros», manifestó a la AFP el portavoz del departamento de Estado, Tom Casey.

«Hemos proporcionado visados al presidente Ahmadinejad y a su delegación a tiempo para permitirle que fuera a Nueva York. Cualquier comentario sugiriendo que la entrega de estos visados está en el origen de la decisión (…) de no venir es falso», afirmó Casey.

Las nuevas sanciones previstas en la resolución se añaden a las ya infligidas a Irán, el pasado 23 de diciembre, por su negativa a suspender sus actividades nucleares sensibles de enriquecimiento de uranio.

Las autoridades de Teherán han ignorado esta primera resolución y han acelerado el enriquecimiento, según determinó la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA).

El nuevo texto, que el pasado 15 de marzo se consensuó entre los cinco miembros con derecho a veto (China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia), además de Alemania, prevé un embargo sobre las compras de armas a Irán y restricciones voluntarias en las ventas a este país.

También se incluyen restricciones financieras y comerciales, así como para los viajes de algunas personalidades relacionadas con el programa nuclear.

La resolución añade en su anexo un recordatorio de las propuestas económicas y diplomáticas por parte de los europeos, en junio pasado, con el objetivo de convencer a Irán de que suspenda el enriquecimiento.