JERUSALEN (AP).- En un desusado discurso a la nación, el presidente israelí Moshe Katsav pidió perdón el miércoles a los colonos de la Franja de Gaza por la decisión gubernamental de obligarlos a dejar sus viviendas y evacuar la región, pero los instó a obedecer las órdenes sin ofrecer resistencia.
El presidente Katsav pidió a los colonos que no luchen contra las fuerzas israelíes que comenzarán a sacarlos de sus casas la semana próxima, y dijo que los israelíes deben salvaguardar la unidad nacional por encima de todo.
El mandatario habló desde su residencia oficial de Jerusalén, en un discurso televisado en directo a todo el país.
«Ha llegado el momento», dijo a los colonos Katsav, que es miembro del Partido Likud del primer ministro Ariel Sharon. «Ustedes deben respetar las decisiones del gabinete y del parlamento, que han sido también avaladas por el Tribunal Supremo. La ley es la ley».
Esta última expresión es un concepto del Talmud que requiere de los judíos que obedezcan las leyes aún cuando piensen que contradicen las regulaciones de su religión.
La evacuación ha dividido a Israel en dos campos: la mayoría respalda la decisión, pero una minoría franca y estridente se opone a ella por motivos religiosos y de seguridad.
Al tiempo que Katsav hablaba, decenas de millares de opositores se reunían para orar en el Muro de los Lamentos de la Ciudad Vieja de Jerusalén, el lugar más sagrado para las plegarias judías.
«Hay un límite para la lucha», dijo el mandatario. «Los extremistas dañan los valores del judaísmo».
La frase fue una alusión a los opositores de la retirada, que han recurrido a actos de violencia. La semana pasada, un soldado opuesto a la evacuación abrió fuego contra un autobús en una ataque que costó la vida a cuatro árabes israelíes.
El presidente también advirtió que no debe instarse a los soldados a rechazar toda participación en el repliegue. «Aquellos que piensan que es valioso desobedecer órdenes cometen un grave error», dijo. «Eso puede ocasionar un desastre en el país… Todo soldado puede tener su propia opinión, pero debe acatar las órdenes emitidas por el gobierno».