El presidente de la Junta Central Electoral (JCE), Luis Arias Núñez, descartó que se pueda realizar una reestructuración de ese tribunal, como sugieren sectores políticos y sociales, por considerar que la misma provocaría perturbaciones al proceso electoral que culminará el 16 de mayo del 2004 con la elección del Presidente de la República.
Refirió también que las modificaciones que se le han hecho a la JCE han sido el resultado de las insatisfacciones de los partidos políticos, y que tienen que ver con su composición y funcionamiento.
«Yo no puedo solidarizarme con ese tipo de expresiones porque las considero desmesuradas, injustas, pero son opiniones de los partidos y no tengo derecho a asumir una postura crítica; esos son sus sentimientos».
El dirigente peledeísta Euclides Gutiérrez Félix sugirió a los principales partidos políticos que propicien la recomposición de la JCE, ya que a su juicio, la mayoría de sus miembros pertenecen al Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y como tales tratarán de alterar el resultado electoral del próximo año.
Similares consideraciones externó el jurista Ramón Antonio Veras, al destacar que gran parte de los jueces del tribunal electoral estarían alineados políticamente al Presidente Hipólito Mejía, quien intenta repostularse.
También el secretario político del Partido Reformista Social Cristiano, Johnny Jones, se refirió al tema y dijo que esa organización analizaría la propuesta de reestructurar la JCE.
De igual modo, las sociólogas Isis Duarte y Rosario Espinal advierten el riesgo de que el país entre en una crisis sistémica si las elecciones de mayo del 2004 no resultan transparentes y fiables.
En tal sentido, Arias Núñez le recomendó a las entidades políticas que redoblen la vigilancia en torno al proceso que organiza la JCE, «y nosotros por lo demás vamos a demostrar que tenemos capacidad gerencial y que actuamos con pulcritud y con transparencia».
«Además, desde el punto de vista legal todos los partidos tienen sus representantes técnicos y políticos en la JCE, y todo lo que se hace en la institución es con el concurso y vigilancia permanente de éstos».
Pidió a la sociedad civil y a los partidos que confíen en la JCE, porque sus miembros van a organizar unos comicios libres de cuestionamientos. «Ese ha sido nuestro compromiso con el Senado y con el pueblo dominicano, que sean ellos los que nos juzquen después que termine el proceso».
Arias consideró que los últimos cuestionamientos a la JCE quizás se deban a la decisión de la Cámara Contenciosa de ese organismo, de validar la convocatoria a convención que para la elección del candidato presidencial del PRD realizará uno de los grupos de ese partido encabezado por el Proyecto Presidencial Hipólito (PPH).
La socióloga Isis Duarte, durante su participación en el programa «Las perspectivas para el 2004», difundido el sábado por Teleantillas, calificó de mal presagio la resolución de la Cámara Contenciosa que anula la convención realizada por Hatuey Decamps, presidente del PRD.
«Pero ese es un dictamen de una de las Cámaras de la JCE, y nosotros estamos hablando de organización de las elecciones, y estas no se circunscriben a las decisiones que tome una de sus instancias», razonó Arias Núñez.
Al argumentar que en un conflicto una de las partes siempre quedará insatisfecha, destacó que la filosofía de la JCE es contribuir con la consolidacion de los partidos y evitar su deterioro, ya que eso se traduciría en un debilitamiento de la democracia.
Después de las elecciones congresionales y municipales del 2002 hubo una recomposición del pleno de la JCE que estuvo a cargo del Senado, entidad que ratificó como presidente al doctor Manuel Ramón Morel Cerda, quien posteriormente renunció por conflictos que tuvo con los demás jueces.
Ante la disconformidad del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) por la selección, bajo el alegato de que se trataba de personas vinculadas al PRD, se estableció la modifición de la Ley Electoral para dividir a la JCE en las cámaras Contenciosa y Administrativa, y elevar de siete a nueve la matrícula de los jueces.
En ese contexto Arias Núñez reiteró que los cambios siempre han sido el resultado de las insatisfaciones de los partidos, a los cuales siempre se trata de complacer, «pero en este estadio del proceso electoral un nuevo cambio podría traer perturbaciones».