El presidente de Librería Cuesta, José Miguel González Cuesta, opinó ayer que se debe establecer un mecanismo que impida que el cambio de los libros de textos anual para que puedan pasar de niño en niño y la familia ni se vea precisada a recomprarlos.
En tanto, el senador Charlie Mariotti dijo que la mafia que controla la venta de los libros en perjuicio de la educación, sobre todo, de los estudiantes más pobres y marginados, «debe ser enfrentada con normas que no sean las hormas de sus zapatos».
Medidas. González Cuesta expresó que aunque no es un un experto en el caso de libro de educación, yo creo que se debe analizar el problema y tomar ciertas medidas, que indiscutiblemente hay que tomar, porque los libros se han ido encareciendo, expresó. El empresario insistió en que hay que buscar una salida para ponerle freno a la situación que afecta a las familias más pobres. Saludó la iniciativa de la Cámara de Diputados que busca accionar en ese sentido, aunque dijo desconocerla.