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BRASILIA, 4 Jun 2007 (AFP) – El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, abogó el lunes por la «unión» de los países emergentes invitados a la cumbre del G-8 de esta semana en Alemania, para recordar a los países ricos que ningún acuerdo comercial o político podrá lograrse si se ignoraban sus voces.
«La unión hace la fuerza, y estamos demostrando que, en la medida en que los países en desarrollo se juntan (…), le dicen al mundo que no es posible pensar en cualquier acuerdo comercial o político sin conversar con ellos», dijo Lula en su programa radial semanal, grabado en India, donde realiza una visita oficial antes de viajar a Alemania.
Los mandatarios de cinco países emergentes (Brasil, México, China, India y Sudáfrica) coordinarán posiciones el jueves en Berlín, de cara a la reunión que al día siguiente sostendrán en la ciudad de Heiligendamm.
Esos cinco países forman parte también del G-20 que reclama el fin de los subsidios agrícolas de los países ricos, en el marco de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
«Estamos juntos en la OMC, queriendo que la Unión Europea flexibilice los precios agrícolas para los países más pobres» y que «Estados Unidos disminuya sus subsidios para que los productos agrícolas de los países más pobres y de los países en desarrollo sean competitivos», dijo Lula.
Aclaró que los emergentes están dispuestos a «flexibilizar» su postura en la cuestión del acceso de productos industriales en sus propios mercados.
En el campo político, Lula dijo que los emergentes discutirán también la «democratización» del Consejo de Seguridad de la ONU, para dar cabida a los países emergentes. Brasil forma junto a India, Alemania y Japón, un grupo de presión que aspira a obtener un asiento permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU.
