El presidente Hipólito Mejía dijo ayer que el país cumplió con sus compromisos en Irak y descartó enviar otras tropas allí, porque no correrá el riesgo de que muera un soldado dominicano. Explicó que aunque la Organización de las Naciones Unidas (ONU) asuma el control en esa nación del Medio Oriente, República Dominicana no enviaría tropas.
Explicó que su decisión de enviar tropas a Irak la tomó porque entendía que debía corresponder con una relación de amistad en todos los campos. A mí, como a otros presidentes, nos pidieron esa colaboración y la mayoría aceptamos.
Indicó que la decisión fue bien ponderada y discutida con sus asesores, tanto para el envío de las tropas como para su retiro.
Mejía, candidato presidencial del oficialista Partido Revolucionario Dominicano (PRD), dijo que asumió la responsabilidad de enviar los soldados y que no consultó al Congreso porque la política exterior del país es potestad del poder Ejecutivo.
Explicó que el regreso ha tenido algunas complicaciones. «Cualquier decisión que un presidente toma siempre causa problemas, unas veces en bien, otras veces en mal», dijo.
Indicó que si hubiese podido habría delegado en la vicepresidenta Milagros Ortiz Bosch la decisión de enviar tropas a Haití, pero no pudo.
El secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general José Miguel Soto Jiménez, dijo anteayer que la próxima semana estará listo el primer grupo de soldados para regresar desde Irak.
«La política exterior es potestativa del Presidente de la República. Yo lo asumí con toda la responsabilidad de lugar», dijo. Justificó la decisión por la proximidad del país con Estados Unidos.
Mejía habló de sus propuestas como candidato en el programa Las propuestas de los candidatos, organizado por los medios de comunicación del Grupo Corripio.
Mejía estuvo acompañado de su equipo técnico, integrado por los secretarios de Finanzas, Rafael Calderón; de Cultura, Tony Raful; Obras Públicas, Miguel Vargas Maldonado; de Industria y Comercio, Sonia Guzmán de Hernández, y el procurador general Víctor Céspedes Martínez
El presidente Mejía dijo que su gobierno auspició la aprobación de 34 leyes de modernización y descentralización del Estado, como una muestra de su vocación democrática.
Dijo que emitió 15 decretos para reglamentar la aplicación de esas leyes.
Citó entre esas iniciativas el incremento de 4% a 10% el porcentaje del Presupuesto Nacional destinado a los ayuntamientos, la Ley de Seguridad Social, así como la que crea las secretarías de Medio Ambiente y Cultura .
Dijo que esa una muestra de su interés en fortalecer los gobiernos municipales para que puedan cumplir sus compromisos con sus respectivas comunidades.
Citó los encuentros y consejos de gobierno en todas las provincias, donde los munícipes exponían sus principales inquietudes.
«Un diálogo con todos los miembros de la sociedad, la sociedad real, no los que eligen de dedo. La gente de los pueblos que tiene derecho a participar y opinar», agregó.
Mencionó los programas sociales que aplicó como el aumento en el número de niños que reciben el desayuno escolar en las escuelas y la construcción de miles de nuevas aulas, así como la sustitución de pisos de tierra.
Citó además, la construcción de 200 acueductos por el Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA).
Por otro lado, Mejía dijo que la Contraloría General de la República funciona como si fuera un verdadero poder de control.
Expresó que en el país los auditores no dependen del secretario de la cartera, sino de la Contraloría. «Y la mejor demostración es la designación de Federico Lalane y aunque esté totalmente reglamentada por ley, actúa así dentro del marco de la más absoluta seriedad y control».
Indicó que ha dicho aquí y en el extranjero lo que significa la presencia de un millón de haitianos en el país con la secuela de problemas.
Expresó que la situación haitiana se debe a la falta de un Estado moderno, diálogo nacional y que no se maneja dentro de las normas institucionales.
Expresó que Haití sigue «de mal en peor» y que la República Dominicana ha cargado con lo más pesado. «Es una situación sumamente difícil para nosotros… Yo, como ser humano, entiendo la problemática. Otros quieren exhibir el nacionalismo», pero los tienen trabajando en sus residencias, industrias y plantaciones agrícolas.