El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, subrayó ayer la importancia de detonar el desarrollo económico para frenar la migración en un acto en Tijuana, en la frontera con EEUU, para presentar la Zona Libre de la Frontera Norte.
Este programa fronterizo, dijo, no es “aislado” y representa su “sueño” de que el mexicano “pueda trabajar y ser feliz donde nació”, y así convertir la migración en “optativa, no obligatoria». “Pensamos que podemos lograr este propósito, porque nuestro país tiene un gran potencial económico con muchas riquezas naturales y un pueblo bueno y trabajador”, subrayó.
Esta ciudad ha recibido desde noviembre miles de migrantes centroamericanos que, conformados en caravanas, abandonaron sus países con el afán de llegar a EEUU y solicitar asilo. Centenares de ellos todavía siguen en albergues públicos y privados.
López Obrador destacó que esta zona libre (que comprende 43 municipios repartidos en 6 estados fronterizos) adquiere especial relevancia en Tijuana, por su posición estratégica y relevancia económica. También, indicó que cada 3 meses se revisará el avance del programa, que entre otras medidas contempla estímulos fiscales para el Impuesto al Valor Agregado (IVA), que baja del 16 % al 8 %, o el Impuesto Sobre la Renta (ISR), que disminuye del 30 % al 20 %.
En otros asuntos, habló del grave problema del robo de combustible en México, apuntando hacia la corrupción interna en Petróleos Mexicanos (Pemex), que permitía este delito. Pero no hizo referencia a problemas de escasez reportados en varios estados a raíz de un cambio en modelo de suministro de la compañía estatal para combatir robo.