Los sucesos acontecidos el día diez del presente mes en el paraje La Palmita de la zona fronteriza, en que media docena de médicos fueron bloqueados y secuestrados por tres horas por una banda de forajidos haitianos ante la presencia de dos militares dominicanos que no intervinieron en el caso, es fehaciente demostración reiterada de que la política del presidente Danilo Medina es tolerancia absoluta con Haití sin importar la preservación de la soberanía. El titular de Defensa, teniente general ERD Rubén Paulino Sem, con la cadencia de sus siempre destempladas declaraciones ante problemas que atañen a su responsabilidad, se decantó en relación a este bochornoso incidente, que los militares presentes actuaron correctamente, exponiendo como prueba de su juicio, que ninguno de los médicos resultó con un rasguño.
Los dos militares que actuaron pasivos, y todos los acantonados en la extensión de la conflictiva y porosa frontera de 380 kilómetros que supone la línea divisoria entre los dos Estados que comparten la isla Española, tienen orden de no intervenir en lo mínimo contra nacionales haitianos ilegales.
Prueba es que se denuncia persistente que más de dos millones de ilegales haitianos permanecen en nuestro país sin exigirles su documentación, una invasión pacífica, lacra del PLD a quien el pueblo pasará factura en su momento, ante la indiferencia de perder la soberanía nacional que costó a nuestros patriotas 29 batallas, escaramuzas, reyertas y pleitos entre l844-l856, y hoy nos invaden sin disparar un solo tiro. Si los militares actuantes en el caso dispararan dos ráfagas al aire, hubiesen demostrado respeto por la soberanía. El 27 de febrero último en su rendición de memorias al Congreso y al país, el presidente Medina delineó el refuerzo de la frontera.
El presidente Medina no defiende la soberanía.