Washington. EFE. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró ayer zona de desastre en el estado de Misisipi tras las inundaciones registradas en el área a raíz de las crecidas del mayor río de América del Norte. La decisión del presidente permitirá a los afectados acceder a fondos federales.
La ayuda incluye desde financiación para viviendas temporales o reparaciones de casas dañadas hasta préstamos de bajo coste para cubrir propiedades no aseguradas y otros programas para ayudar a individuos y negocios a recuperarse del desastre.
La cresta del río Misisipi, henchido por lluvias y nieves derretidas, avanzó ayer hacia los estados de Luisiana y Misisipi después alcanzar ayer un nivel casi récord en la ciudad de Memphis. El mayor río de América del Norte, que causó en 1927 lo que ha pasado a la historia de EE.UU. como la gran inundación, y marcó en 1937 la cota máxima registrada de 14,85 metros, ha hecho que se desborden cientos de ríos y arroyos tributarios desde Arkansas a Illinois.
Destrucciones. Las aguas del Misisipí desbordado y de sus afluentes inundaron el miércoles cultivos, dejaron iglesias aisladas, destruyeron carreteras y obligaron a que muchas personas abandonaran sus hogares en una zona pobre del país.
La gente utilizó embarcaciones para navegar por las calles inundadas, mientras el río seguía desbordándose lentamente, causando penurias a comunidades de escasos recursos.
Cientos de personas han abandonado sus hogares en el Delta del Misisipí en los días recientes, cuando el agua subió a niveles cercanos al máximo histórico. La crecida del río seguiría inundando el Delta hasta finales de la próxima semana. Esto comienza a asustarme, expresó Rita Harris, de 43 años, quien vive en una pequeña casa de madera junto a un dique en el poblado de Rena Lara, de 500 habitantes. Ellos no permiten que uno se suba ahí para ver el río.
Las autoridades del pueblo, que carece de diario o de canales de televisión, trataron de tranquilizar a los residentes, al señalar que se hace lo posible para apuntalar el dique y que se advertirá a la gente en caso de que sea necesaria una evacuación.