POR MANUEL JIMÉNEZ
El presidente Leonel Fernández pidió ayer al obispo de La Vega, monseñor Antonio Camilo, que eleve una plegaria al Todopoderoso para que «nos ilumine en la República Dominicana y podamos decir que es pa’lante que vamos». La reacción del jefe de Estado se produce en respuesta a las críticas externadas el sábado por el obispo católico durante una misa oficiada en el Santo Cerro, La Vega, y a la que asistió el ex presidente Hipólito Mejía.

En la misa, entre otras cosas, el obispo dijo que el país marcha hacia atrás.

Fernández dijo que apelaba a la conciencia y al sentido común de los dominicanos para que, unido, el país pueda enfrentar y salir airoso de su crisis, agudizada en los últimos meses por los altos precios del petróleo en el mercado internacional.

Fernández dijo que no tiene una varita mágica ni puede hacer milagros en el marco de la presente crisis, pues al margen de que no ha sido generada por el actual gobierno, sus efectos repercuten por igual en todo el mundo, incluyendo en los países desarrollados.

Expresó que la crisis de los precios del petróleo ha surgido en el momento en que el país comienza a recuperarse y a registrar niveles de crecimiento económico, bajo una situación de control y estabilidad de las tasas de inflación y de cambio.

«Yo le pediría al obispo que eleve una plegaria al Todopoderoso para que nos ilumine en la República Dominicana y podamos decir que es pa’lante que vamos», dijo Fernández.

Dijo que «entre todos tenemos que trabajar para mitigar los efectos de esta crisis devastadora de carácter internacional y que afecta indudablemente a este país».

 «Todos debemos aunar esfuerzos y pedirle al Señor que nos ilumine para que podamos salir de esta crisis que no ha sido creada por este gobierno. Este gobierno está trabajando para superar la crisis generada y que tiene un efecto internacional», dijo.

De manera que «yo si puedo decir que en la República Dominicana, con el esfuerzo de todos, es pa’lante que vamos», aseguró Fernández al ser consultado por la prensa tras encabezar la apertura de una conferencia internacional sobre el níquel, celebrada en el hotel Quinto Centenario, en la zona del Malecón, en esta capital.

Recordó que hace poco mas de un año el país vivía una crisis económica y social como jamás había experimentado, pero dijo que el presente gobierno se esforzó en la aplicación de políticas que dieron como resultado la estabilidad macroeconómica.

Dijo que este gobierno ha sobrepasado las expectativas que tenían los organismos internacionales y que esto ha sido reconocido por personalidades como Enrique Iglesias, ex presidente del BID e instituciones como el Fondo Monetario Internacional (FMI).

«Han dicho que ha habido incluso un sobredesempeño, mas allá de lo que era esperado por ellos», agregó Fernández, quien aclaró que nunca ha negado que el país está en crisis y que se necesitan ajustes estructurales para salir de ella.

«Este año hemos iniciado la recuperación económica, el país ha venido resolviendo sus problemas fundamentales, pues bajó la tasa de cambio, la tasa de interés, hemos recuperado la confianza y renovado el crédito externo», dijo Fernández.

Agregó que en la actualidad el país ha recuperado su acceso a los mercados financieros internacionales, algo que había perdido en la administración anterior.

«Pero saliendo de esta crisis se presenta un problema mundial, que es el de los precios del petróleo», expresó Fernández, destacando que el barril del crudo ha llegado a cotizarse a 70 dólares. Recordó que en la pasada gestión de gobierno hubo preocupación cuando el barril de petróleo comenzaba a llegar a los 30 dólares.

Dijo que el país esta afrontando una situación que escapa a su control, aunque reconoció que esto genera la inflación interna pues el aumento en el petróleo repercute en los precios de los combustibles y en el aumento de la tarifa eléctrica.

Ese aumento en los precios de los combustibles, expresó, se traduce, a su vez, en el incremento de la tarifa del transporte y por ende de los productos de consumo.

«Pero lo que la población tiene que entender es que se trata de una crisis energética mundial que afecta a los Estados Unidos, a Europa y a América Latina», dijo Fernández, señalando que el gobierno lo que ha hecho es llamar a una política de ahorro y racionamiento de combustibles «en lo que nos reacomodamos a esta situación».