Presidente, programas por operativos

Presidente,  programas  por operativos

El FMI cambió su pronóstico de crecimiento para la economía global en 2019, lo redujo a 3.5%. Estima que con pérdida de producción y comercio la población mundial pagará un costo, consecuencia de las graves tensiones que desacelera la expansión en Alemania, Estados Unidos, Eurozona y Latinoamérica durante los doce meses.
No minimiza el impacto del populismo, pero relaciona los problemas globales, principalmente, con el proteccionismo Trump-Xi Jimping. Es cierto, no ceden, el primero necesita domar a China para mostrar su condición de estadista con miras a la campaña reeleccionista. Adversidades durante las negociaciones presagian que, no obstante el costo de la menor producción y comercio mundial, los esfuerzos son en vano. Y sumando las derrotas en la justicia, con el tema del financiamiento del muro y que los demócratas le torcieron el brazo, por presión de los afectados abrió el gobierno sin recibir nada a cambio, parece se aleja la reelección.
Lo grave para la economía global, como puntualizó el FMI en Davo, es que la pérdida de producción y comercio coincidirá con una enorme factura de deudas de gobiernos y sector privado, que no para de crecer. Totalizó 182 billones de dólares a final de 2018, superando en un 60%la deuda al 2007.
Las posibles consecuencias para la economía dominicana. El menor crecimiento del PIB en los Estados Unidos y en la Eurozona, podría impactarnos a través de las remesas y el turismo. Pero no todo sería negativo. Un dólar más débil sería favorable para el gobierno que se refinanciara en esa moneda.
Lo mismo con respecto a la velocidad de normalización de la política monetaria mundial, en concreto el no aumento de los tipos de interés como se tenía pensado. Aquí también se apretó el acelerador, el crédito creó adicción extrema, para el tamaño de la economía la deuda del sector público no financiero excede lo que aconseja el FMI, ascendía a $31,550 millones de dólares el 30 de noviembre 2018, un 40% el volumen del PIB, el doble que en 2007. Además, este año el gobierno tiene programado cambiar deudas que se vencen por otras deudas (roll-over).
La Reserva Federal, que en 2018 hizo cuatro aumentos de los tipos de interés situándolos entre 2.25% y 2.50%, este año serán dos. Y el Banco Central Europeo, que mantiene en “0%” el costo de refinanciamiento de deuda, en “-0.40%” la facilidad de depósito y “0.25%” la de préstamo, cualquier revisión la postergó para el último trimestre del año.
Un menor crecimiento del PIB a nivel mundial reduce la demanda de petróleo, el exceso de oferta deprimiría su precio, reflejándose internamente en el de las gasolinas, gasoil y demás derivados, yen la factura petrolera. Puntualizo, dependerá de la reacción de Arabia Saudita, Rusia y los Estados Unidos, los mayores socios de la OPEP, nadie quiere perder cuota de mercado.
Lo aconsejable es mantenerse como guinea tuerta, para implementar medidas precautorias que eviten desaceleración del PIB por “shocks” externos. Nuestro Banco Central, el FMI y la Cepal, coinciden en que este año el aumento superará la tasa potencial, lo que debe preservarse. Y asegurarse que el crecimiento de la deuda pública no supere la expansión de la economía a precios corrientes.

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