Pleno de la alta corte tomó juramento a 1,253 nuevos abogados, 704 mujeres y 549 hombres
El presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) y del Consejo del Poder Judicial (CPJ) expresó ayer que “la sociedad necesita de la distancia crítica suficiente en jueces”, ya que desde esa distancia “es posible ver de manera imparcial y sesuda los conflictos sobre los que nos toca decidir”.
Al presidir la vigésimo cuarta audiencia de juramentación de abogados, donde fueron investidos bajo la modalidad virtual 1,253 nuevos profesionales del derecho, el magistrado Luis Henry Molina manifestó que “los tribunales son sagrados, porque más de 700 jueces de la República han entrado al sistema de justicia a través de la carrera judicial, que ha venido perfeccionando su estructura y su formación en el tiempo.
“Son jueces gracias a procesos de selección y capacitación alejados de las coyunturas y sustentados en marcos legales”, añadió el presidente de la alta corte.
En su discurso, Molina dijo a los 549 hombres y 704 mujeres juramentados que “lo que permite que el honor de abogado sea merecido es que vayamos a los tribunales a buscar la justicia como el bien mayor, a pedir que la aplicación de la ley sea equitativa y que se respete el debido proceso”.
Además, el presidente de la Suprema les exhortó continuar actualizándose debido a que el derecho cambia cada día y el conocimiento necesita fortalecerse constantemente a través de la consulta en las distintas fuentes.
“Les invito a hacerse parte todos los días de quienes empujan para la evolución del derecho y la justicia. A ustedes corresponde ahora, en los tribunales, ganar o perder la batalla por la verdad y la justicia, por la democracia y su garante: el Estado social y democrático de derecho”, aconsejó el magistrado.
Una dimensión humanista. El magistrado Molina externó que hay una dimensión humanista en la misión de todos los profesionales del derecho ante el sistema jurídico y “mi llamado es a reconocerla y vivirla en la práctica”.
“Es ahí donde nos damos cuenta que trabajar para el Estado no es un privilegio, sino un servicio, igual que trabajar para el derecho es también un sacrificio; que operar ante los tribunales no es una oportunidad tanto como una consagración”, dijo el juez presidente.