Presidentes dominicanos en las
ceremonias de Asamblea Nacional

<P>Presidentes dominicanos en las <BR>ceremonias de Asamblea Nacional</P>

Cuando el presidente Leonel Fernández acuda hoy ante la Asamblea Nacional, se convertirá en el mandatario democrático que ha presentado la mayor cantidad de memorias a los 58 años de edad.

Y lo hará, en la antesala  a entregar la banda presidencial, en uno de los períodos proselitistas más tranquilos  de los trece procesos electorales a la presidencia que ha vivido el país en medio siglo de vida democrática con la  elección de apenas seis presidentes.

Cuando Leonel Fernández presentó por primera vez sus memorias, en febrero de 1997, tenía cuarenta y cuatro años. Joaquín Balaguer lo logró a los 60,  en medio de un ambiente en el que la familia dominicana aún estaba divida por los efectos de la guerra del año 1965.

Su antecesor, Héctor García Godoy, quien tuvo la misión de preparar al país para las segundas elecciones libres, en junio de 1966, enfrentó uno de los momentos más convulsionados de la historia política en la lucha por la democratización.

El país vivió a febrero de 1966  en una de las mayores crisis políticas después de la post-guerra, cuando el entonces ministro de las Fuerzas Armadas, Francisco Rivera Caminero, condicionó la celebración de elecciones a la permanencia de los jefes militares en el mando de las Fuerzas Armadas.

Los dominicanos y dominicanas lloraban aún la muerte de tres estudiantes durante una protesta frente al Palacio Nacional, en la que resultaron, además, más de 40  heridos. Exigían mayor presupuesto para la universidad estatal y la salida de las tropas de ocupación.

Cuando ocurrieron los acontecimientos, el  hoy presidente de la República tenía trece años.  La gran crisis tuvo su origen en el derrocamiento, en 1963, del maestro político del actual jefe de Estado, el profesor Juan Bosch, el hombre que proclamó:  “mientras yo sea Presidente, en la República Dominicana no perecerá la libertad”.

Bosch no tuvo oportunidad de presentar memorias de su efímera gestión de apenas siete meses, tiempo en que realizó las más profundas transformaciones políticas y económicas, sentando las bases con la Constitución más democrática.

Al tomar juramento ante la Asamblea Nacional, 33  años después, su discípulo Leonel Fernández dijo que se trataba de una reivindicación y retomó la histórica frase de su maestro.

Balaguer.  En contraste con el hombre que lideró los dos grandes colosos de la política dominicana, el PRD y el PLD, Balaguer ha quedado registrado en la historia como el que mayor número de veces ha acudido a presentar memorias ante el Congreso.

Las primeras memorias fueron en  1967. Inició su segundo cuatrienio, en febrero de 1970 en medio de una huelga médica.

En un discurso de 139 páginas, Balaguer calificó la protesta como política, pidió a los empresarios actuar con mayor vigor, anunció una reducción  de las exoneraciones y garantizó  elecciones libres.

Todavía en la antesala de terminar su tercer período, tuvo que enfrentar el desembarco del coronel Francisco Alberto Caamaño, en febrero de 1973, y en 1974 el  acuerdo de Santiago, encabezado por el Partido Revolucionario Dominicano que se retiró del proceso alegando falta de garantías constitucionales.

Sólo Balaguer supera a Fernández en comparecencias para rendir memorias pero teniendo el caudillo reformista el doble de la edad del actual líder del PLD.

 Fernández ha sido el único de su partido en ocupar la presidencia (tres veces):  1996-2000, 2004-2008 y 2008-2012. Es, además, el segundo mandatario en lograr una reelección después que mataron a Trujillo. Ha acudido ante el Congreso a presentar memorias en once ocasiones. Lo hará ahora por décima segunda vez.

Pero Balaguer, quien murió a los 96 años de edad, se ha quedado con el récord de ser el presidente que más memorias ha presentado en la vida democrática, veintidós, aunque para algunos analistas ha sido en situaciones muy diferentes a las de Fernández, quien ha sido el único mandatario en lograr más del cincuenta por ciento del sufragio en dos ocasiones.

El fenecido mandatario  ha sido el único de su partido en llegar a Presidente. Lo logró en seis ocasiones.

La última vez en hacerlo fue al cumplir su recortado período de dos años, 1994-1996, debido a la crisis política generada por denuncias de fraude contra José Francisco Peña Gómez y a la fierma del Acuerdo de Santo Domingo, encabezado por el PRD.

Se recuerda que cuando Balaguer presentó sus memorias, en febrero de 1994, a tres meses de las elecciones, concentró  la atención pública en las iniciativas de reforma constitucional para acentuar el tema de las efemérides patrias.

En ese momento propuso incluir lo de “sesquicentenario de la separación de la isla en dos naciones distintas” interpretado por líderes de opinión como una campaña racista contra el líder de color.

El historial de Balaguer en presentación de memorias empezó con su debut electoral, en 1966,  con el país ocupado por tropas extranjeras; en 1970, en medio de situaciones que por momentos parecían dar al traste con la incipiente democracia, aunque también en un ambiente de auge económico; en 1974, con el agravamiento de la represión política,   cuando se retiró el Acuerdo de Santiago, coalición encabezada por el PRD,  que alegó falta de garantías.

Presidentes  PRD.  En el momento de mayor crisis política, después de la guerra que había sacudido al país hacía trece años, Balaguer fue sucedido por Antonio Guzmán Fernández en 1978, quien se llevó la gloria de iniciar en la región latinoamericana la carrera del establecimiento de gobiernos democráticos, al final del pasado siglo.

El hombre que también se llevó la gloria de erradicar la persecución política y la institucionalización de las Fuerzas Armadas quedó atrapado en una crisis que lo llevó a ser  el único Presidente en suicidarse en plena casa de Gobierno, cuando le faltaban 44 días para entregar a su sucesor, Salvador Jorge Blanco, de su mismo partido.

Guzmán presentó cuatro años de memorias; lo mismo, que Salvador Jorge Blanco, quien a mediados de su período enfrentó la más intensa protesta, después de la Guerra de Abril, por las dificultadas económicas generadas por un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional.

En su última memoria ante el Congreso, Jorge Blanco se refería a paz absoluta e introdujo una decena de iniciativas perimidas, entre  estas la de Servicio Civil y Carrera Administrativa.

El mandatario, quien abogó por consagrar el régimen de salvaguardia del patrimonio público, pasó a la historia como el único en ser llevado a la cárcel.

Balaguer, quien había dicho que si retornaría al poder haría el Gobierno que soñó desde niño, lo logró en 1986. Gobernó en un ambiente de libertades, pero con dificultades  económicas, en 1986, 1990 y 1994. En los últimos dos períodos, caracterizado por sendas crisis políticas por el anunciado fraude frente a Bosch y a Peña Gómez.

Eran aún los momentos en que el día antes de las elecciones la gente acudía en masa a los supermercados y las estaciones de radio y televisión tenían que limitarse a la aburrida programación de La Voz de la Junta Central Electoral.

Hipólito Mejía, de la escuela de Guzmán, presentó memorias en cuatro oportunidades. La última vez fue en medio de una de las peores crisis económicas.

Cuando acudió ante la Asamblea, en su última oportunidad destacó que salvó el ahorro de miles de depositantes y prometió no dejar el timón del país en manos inseguras.

Otra vez Fernández.  Y lo sucedió Leonel Fernández, del PLD, quien en la presentación de sus memorias del 27 de febrero de 2008 exhibía la recuperación de la economía, garantizó un torneo electoral abierto e impactó al dejar inaugurado, en medio de cuestionamiento de la oposición, la obra más moderna del país, el Metro de Santo Domingo. “La clave de la gobernabilidad es una economía en crecimiento”. Con esas palabras cerraba el presidente Fernández su segundo período de memorias ante el Congreso Nacional en el año 2008.

En las del 2009 prometió volver a invitar a los legisladores a un recorrido por la segunda línea del Metro que inaugura hoy.

Nada de trascendencia política en las portadas de los diarios y los noticiarios de radio y televisión, en el momento en que acude a presentar las últimas memorias del período 2008-2012.

Contrario a aquellos años de alerta ante posibles fraudes y entrega tardía de recursos a la Junta Electoral, esa institución “siembra” de edificaciones modernas, para alojar sus oficinas, en los municipios.

El presidente Fernández,  de 58 años de edad, a quien la constitución le impidió asistir a otra reelección, entregará el mando dentro de seis meses con las puertas legales  abiertas hacia futuras aspiraciones de gobernar la nación que hoy cumple 168 años de fundada.

Las claves

1.  Juan Bosch

Bosch no tuvo oportunidad de presentar memorias de su efímera gestión de apenas siete meses, tiempo en que realizó las más profundas transformaciones políticas y económicas, sentando las bases con la Constitución más democrática.

2.  Crisis 1966

El país vivió en febrero de 1966   una de las mayores crisis políticas después de la post-guerra, cuando el entonces ministro de las Fuerzas Armadas Francisco Rivera Caminero condicionó la celebración de elecciones a la permanencia de los jefes militares en el mando de las Fuerzas Armadas. Los dominicanos  lloraban aún la muerte de tres estudiantes durante una protesta frente al Palacio, en la que resultaron, además, más de 40  heridos.

3.  Presidentes del PRD

Guzmán presentó cuatro años de memorias, lo mismo que Salvador Jorge Blanco, quien a mediados de su período enfrentó la más intensa protesta después de la guerra de Abril, por las dificultadas económicas generadas por un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. En su última memoria ante el Congreso, Jorge Blanco se refería a paz absoluta e introdujo una decena de iniciativas perimidas, entre  estas  la de  Servicio Civil y Carrera Administrativa. Hipólito Mejía, de la escuela de Guzmán, presentó memorias en cuatro oportunidades. La última vez fue en medio de una de las peores crisis económicas. Cuando acudió ante la Asamblea, en su última oportunidad destacó que salvó el ahorro de miles de depositantes, tras la quiebra de varios bancos del sistema, y prometió no dejar el timón del país en manos inseguras.

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