Presión arterial y retinopatía diabética

Presión arterial y retinopatía diabética

Sin duda, una de las complicaciones más temidas por los diabéticos es la retinopatía diabética, es decir, el compromiso o afectación ocular provocado por la diabetes. Por este motivo, aun los diabéticos tipo 1 o insulinodependientes más «rebeldes» con su tratamiento no dejan de efectuar sus controles oftalmológicos cuando su diabetólogo se lo solicita.

No sucede otro tanto con los diabéticos tipo 2, que por alguna razón no muy precisa, suponen que lo único importante en ellos son las consultas cardiológicas.

Sin embargo, y aunque en efecto las afecciones cardiovasculares suelen ser las complicaciones más frecuentes y peligrosas en este tipo de diabetes, las afecciones oculares no deben ser dejadas de lado.

Recientemente, una publicación médica especializada (Archives of Ophthalmology) señaló la importancia del control de la presión arterial sobre la aparición y progresión de la retinopatía diabética en diabéticos tipo 2.

El equipo de especialistas perteneciente al Churchill Hospital de Oxford (Reino Unido) estudiaron 1.148 pacientes hipertensos con diabetes tipo 2. A un grupo de ellos se los sometió a un control estricto de la presión arterial, en tanto que en otro grupo similar se permitió que los pacientes tuvieron cifras de presión arterial no tan ajustadas.

Las cifras que consideraron los investigadores como propias de un control estricto fueron no más de 150 mmHg (o 15) como presión sistólica o máxima y no más de 80 mmHg (u 8), como presión diastólica o mínima; al restante grupo, se le toleró cifras que no superaran los 180/105 mmHg.

El seguimiento de ambos grupos de participantes se practicó a lo largo de un período que fue cercano a los 9 años y los resultados fueron terminantes. Los pacientes con quienes se habían seguido criterios más estrictos de control de la presión arterial mostraron una incidencia significativamente menor de retinopatías, con relación a otros grupos de controles menos ajustados.

En los casos en los cuales se registraba retinopatía, fue notoria la progresión más lenta de la enfermedad y los integrantes de este grupo de control estricto tendieron a necesitar menos de la aplicación de fotocoagulación para tratar los daños retinianos existentes.

El riesgo de pérdida de la visión de un ojo resultó también menor entre quienes mantenían cifras de presión arterial más bajas, que se expresó por un porcentaje del 25% menos de chances de sufrir este desafortunado evento.

OTRAS CONSIDERACIONES IMPORTANTES

Es conveniente recordar, además de la importancia de mantener un buen control de la presión arterial (para lo cual muchos diabetólogos consideran aun valores inferiores de presión arterial que los 150/80 mmHg considerados en el estudio que comentamos), la necesidad de efectuar controles oftalmológicos en el diabético tipo 2 a partir del diagnóstico de la enfermedad.

El examen oftalmológico, que no sólo resulta útil para estimar la agudeza visual, como erróneamente consideran muchas personas, es fundamental para estudiar el fondo de ojo, que informa sobre el estado de las pequeñas arterias, y evaluar la presión ocular (que es un concepto diferente del de la presión arterial).

Esta determinación también es importante para detectar otra afección oftalmológica frecuente: el glaucoma.

A partir de una evaluación inicial y los seguimientos periódicos recomendados, pueden detectarse lesiones o manifestaciones incipientes, que son pasibles de tratamiento con buenos resultados.

Una vez más, el tratamiento de la diabetes no se debe focalizar exclusivamente en el control de la glucemia (aunque éste resulta fundamental en la prevención de complicaciones de cualquier índole) sino que deben tenerse presentes los valores lipídicos y de presión arterial muchas veces comprometidos en diabéticos tipo 2.

controles

Los pacientes con quienes se habían seguido criterios más estrictos de control de la presión arterial mostraron una incidencia significativamente menor de retinopatías, con relación a otros grupos de controles menos ajustados.

En los casos en los cuales se registraba retinopatía, fue notoria la progresión más lenta de la enfermedad.

Por esto es tan importante que si tiene trastornos de hipertensión tome sus medicamentos religiosamente, para mantener a raya las consecuencias indeseables.

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