Presión sobre el gobierno y la oposición de Siria para que negocien

Presión sobre el gobierno y la oposición de Siria para que negocien

DAMASCO  AFP. La comunidad internacional presionaba hoy al gobierno de Damasco y a la oposición para que entablen una negociación que ponga fin a dos años de conflicto, en la víspera de la reunión del foro de los Amigos del Pueblo Sirio en Roma.  

El nuevo secretario de Estado estadounidense, John Kerry, que realiza una gira por Europa y por algunos países de Oriente Medio, declaró en París que Estados Unidos y Francia examinan las «maneras de acelerar la transición política».

Esta cuestión se discutirá mañana durante la reunión que se celebrará en Roma, precisó Kerry a la prensa después de entrevistarse con el presidente francés, François Hollande, y con su homólogo francés, Laurent Fabius.

«La oposición necesita más ayuda», consideró el responsable estadounidense, que consiguió convencer a la Coalición Nacional de la oposición Siria de que participe en la reunión de Roma a la que no pensaba asistir para boicotearla en protesta por la inacción internacional.

Según el Washington Post, Estados Unidos, que solicita la marcha de Bashar al Asad, reflexiona sobre un cambio en su estrategia y podría proporcionar a los rebeldes chalecos antibalas, vehículos blindados e, incluso, entrenamiento militar.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, también hizo un llamamiento a un mayor apoyo a la oposición y criticó a la comunidad internacional.

«Algunos países preguntan quién reemplazará a Asad cuando deje el poder. Yo siempre digo que los grandes acontecimientos, las grandes revoluciones traen a sus propios dirigentes», declaró durante una rueda de prensa en Viena.

«La lucha de la oposición es importante y debería apreciarse. Sus esfuerzos preparan el terreno para un proceso democrático para el pueblo sirio», dijo.

Ayer, Kerry se reunió en Berlín con su homólogo ruso, Serguei Lavrov, cuyo país mantiene estrechas relaciones con el régimen sirio al que proporciona armas.

Esta semana, Rusia presionó a la oposición y al régimen para que inicien un diálogo que ponga fin a una guerra que, según la ONU, dejó más de 70.000 muertos en cerca de dos años.

Lavrov dijo que «cuenta» con la oposición «para que se declaren en favor del diálogo» en la reunión de los Amigos del Pueblo Sirio, un foro en el que se darán cita 11 países simpatizantes de los insurgentes.  

Por primera vez, Damasco se mostró dispuesto a dialogar con los rebeldes armados, pero la oposición política mantiene que todo diálogo debe desembocar necesariamente en la marcha del presidente Asad.

«Subir la moral».  «La oposición siente que se le presiona mucho sin ofrecerle claramente una hoja de ruta para los próximos meses (…). Se siente abandonada», cuenta Karim Emile Bitar, director de investigación del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas.

En Roma, los estadounidenses quieren «subir la moral de la oposición, empujarles a continuar la lucha (…) ya que son conscientes de que las negociaciones con los rusos podrían llevar varios meses», añade este experto.

En Damasco, las autoridades decidieron renovar los pasaportes de los sirios radicados en exterior, lo que parece una concesión a la oposición ya que muchos de estos expatriados son opositores y esta medida figuraba entre las condiciones planteadas por su líder para iniciar un diálogo.

A la espera de este eventual diálogo, la oposición elegirá este fin de semana en Estambul al líder del primer gobierno provisional en territorio rebelde. Con este gesto quiere implantarse políticamente en el terreno, ante el régimen de Bashar al Asad.  

Los nombres que suenan de momento son el de Burhan Ghaliun, exlíder del Consejo Nacional Sirio (CNS), columna vertebral de la coalición, el del economista Usama Kadi, y el del ex primer ministro Riad Hijab que desertó en verano de 2012.  

Sobre el terreno, intensos combates sacudían hoy la región de Damasco, en concreto, Daraya, bastión rebelde al sur de la capital, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), una ONG con sede en Gran Bretaña que se apoya en una red de militantes y médicos en Siria.

Ayer, 134 personas, entre ellas 52 civiles, fallecieron de forma violenta en todo el país, según la ONG Siria.  

 

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