Presiona a bancos ante la crisis

Presiona a bancos ante la crisis

WASHINGTON, AFP.- El gobierno de Estados Unidos, temeroso de que la crisis inmobiliaria desemboque en una recesión -que sería lo peor que le pudiera ocurrir en un año electoral- presiona a los bancos para que encuentren soluciones innovadoras … y sin costo para los contribuyentes.

 El gobierno republicano, partidario por tradición de una menor participación del Estado en la economía, no se propone más que soluciones «de mercado», sin apelar a los fondos públicos.

 Sobre todos estos temas, el secretario del Tesoro, Henry Paulson, él mismo un ex dirigente de Goldman Sachs, se sitúa en la primera línea, por más que públicamente no admita sino «facilitar las discusiones».

 A mediados de octubre Paulson logró convencer a los dirigentes del Bank of America, Citigroup y JP Morgan Chase de poner en funcionamiento una estructura encargada de adquirir estos instrumentos de deuda compleja, que no encuentran comprador en los mercados.

 La iniciativa detallada el lunes por Paulson se apoya en tres grandes pilares: presión sobre los bancos, asesoramiento de los deudores y flexibilización de las herramientos fiscales que están a disposición de los estados.

 Paulson anunció también que el Tesoro iba a convencer a los bancos y a los prestadores para que encontraran formas de ayudar a las familias que tienen dificultades para pagar sus deudas hipotecarias.

 La segunda parte del anuncio del lunes se refiere a un programa fiscal: los estados federados puede emitir bonos libres de impuestos, generando recursos con los que se pueda ayudar a las familias en dificultades con sus hipotecas.

 «Si se aprueba este proyecto de ley (…) permitirá favorecer a más propietarios deudores a conservar sus viviendas», añadió Paulson.

 Paulson desearía asimismo que los bancos de crédito hipotecario renunciaran a los aumentos previstos en las cuotas mensuales de los créditos a tasas variables concedidos a deudores menos solventes («subprime»).

 Se trata de «crear categorías de deudores que pudieran aspirar a modificaciones (de sus préstamos) y a refinanciamientos, y a concluir soluciones que se apliquen a todo el sector», expresó Paulson en un discurso en Washington.

 La mayor parte de los créditos inmobiliarios otorgados en los últimos años a deudores poco solventes prevén tasas muy moderadas en los primeros dos años y mucho más importantes para el resto del plazo del préstamo (en general, 28 años).  La diferencia puede costar cientos de dólares por mes a una familia.

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