Presos de cárcel venezolana continúan en rebelión

Presos de cárcel venezolana continúan en rebelión

Guatire. Venezuela.  EFE.  Los reos del penal venezolano de El Rodeo II, sitiado desde hace siete días por miles de efectivos de la Guardia Nacional (policía militarizada), no se rindieron a primeras horas de ayer, como esperaba el Gobierno, y sólo entregaron los cadáveres en estado de descomposición de cuatro internos.  

Tras un primer contacto este miércoles con los portavoces de una cincuentena de reos que lideran al millar de reclusos atrincherados desde el pasado día 18, el Gobierno venezolano había anunciado que por la mañana los internos iban a permitir el ingreso de las autoridades al centro penitenciario.   No fue así, y lo único que recibieron las autoridades fueron cuatro cadáveres de reclusos fallecidos hace días, según informaron medios locales.  

“Se pudo conocer que en atención a las peticiones de los internos, efectivos del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, custodiados por la Guardia Nacional, retiraron los cuerpos de cuatro reclusos fallecidos que permanecían en el recinto”, indicó la estatal Agencia Venezolana de Noticias.   El Gobierno había indicado días atrás que según uno de los reclusos que logró salir de esa penitenciaría podía haber varios presos muertos debido a enfrentamientos internos.   Hasta el momento las autoridades no han dado ninguna información oficial sobre los cuatro fallecidos.  

Tampoco lo han hecho de las conversaciones que, según medios estatales, el Gobierno, los familiares de los internos y religiosos mantuvieron a lo largo del día con los reclusos.  La Guardia Nacional volvió a lanzar ayer bombas lacrimógenas sobre los pabellones de la cárcel, sitiada desde que el Gobierno lanzó el día 17 una operación de requisa para recuperar el control de esa penitenciaría y de la de El Rodeo I, ambas próximas a Caracas.   Mientras tanto, familiares de los presos se concentraron en la carretera de acceso a El Rodeo II, que permanece cortada por un retén policial de algo más de una veintena de agentes de la Guardia Nacional que impide el paso a un kilómetro de la penitenciaría tanto a los parientes como a los periodistas.   “Es mentira que ellos dijeron que se iban a entregar. Ellos han pedido que que  no quieren francotiradores porque al salir los van a matar”, dijo la hermana de uno de los presos.

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