Presos Ecuador amenazan endurece protesta

Presos Ecuador amenazan endurece protesta

QUITO (AFP) – Luego de una crucifixión colectiva, los presos de Ecuador amenazaron con radicalizar aún más la protesta que llevan a cabo desde hace seis días para exigir rebajas de pena y mejores condiciones, planteando la posibilidad de mutilarse y acciones contra los funcionarios de las cárceles.

«Muchos de ellos hablan de cortarse dedos, venas. Esto podría ocurrir el lunes. Por ese sendero se van desarrollando las cosas», reveló este sábado a la AFP Washington Grueso, portavoz de los reclusos.

Grueso señaló que más reclusos podrían crucificarse a comienzos de semana, tal como lo hicieron un chileno, una brasileña, un colombiano y diez ecuatorianos entre el jueves y el viernes en Quito y el puerto de Guayaquil (275 km al suroeste de la capital).

«Para el lunes se prevén situaciones que alteren aún más la normalidad. Hay una voluntad de los internos de sacrificarse a cualquier costo. El lunes podemos tener algún tipo de sorpresa. No conozco detalles, pero sí han estado hablando de comenzar un sacrificio más rígido», agregó el preso.

El vocero advirtió que los líderes del movimiento -que controla 15 de los 34 penales del país- acordaron endurecer las acciones contra el personal carcelario en caso de que el Consejo de Rehabilitación (estatal) no nombre un director de prisiones.

«Ya determinamos que si el Consejo no elige en estos días un director titular, las medidas se van a radicalizar contra el personal administrativo. Llevamos tres años con directores encargados, sin políticas de rehabilitación y con administradores que saquean los recursos», indicó.

Grueso dijo que el curso de la protesta depende de la decisión que adopte el Congreso, el próximo martes, sobre una reforma a la ley de penas, en la cual los presos exigen una norma que acorte las condenas a la mitad por buen comportamiento.

Los reos también demandan revivir un artículo según el cual nadie puede estar detenido más de un año sin condena, derogado por el Legislativo, soluciones al hacinamiento y planes de rehabilitación. El gobierno pidió el viernes al Congreso acelerar la discusión.

Las prisiones ecuatorianas tienen capacidad para 6.500 personas, pero albergan a 11.650, mientras que el 65% de los internos está sin sentencia.

Grueso dijo que, sin embargo, la situación en las cárceles es de calma y que este fin de semana no se reciben visitas por decisión de los reclusos, que permanecerán en vigilia en los patios hasta el lunes, y entre sábado y domingo celebrarán misas.

El portavoz restó importancia a la decisión el viernes de las autoridades de rebajar las penas a 91 detenidos por narcotráfico, señalando que «no era el principal punto y por tanto no cambia en nada la situación».

En desarrollo de la protesta los internos también se cosen los labios, se desangran con jeringas, sepultan sus cuerpos bajo tierra y realizan huelgas de hambre.

La expresión más dramática, sin embargo, tuvo lugar el jueves y el viernes cuando 13 prisioneros -entre ellos un chileno, una brasileña y un colombiano sindicados de narcotráfico- fueron crucificados con clavos en las manos o atándose con sogas a los maderos.

Siete de esas crucifixiones -algunas momentáneas- se realizaron en Guayaquil y seis en Quito. De éstos últimos, tres seguían el sábado colgados de las cruces, según Grueso, quien precisó que los otros sufrieron problemas de salud.

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