KANDAHAR, Afganistán. AFP. Once policías afganos murieron hoy tiroteados por un compañero, sospechoso de ser un talibán infiltrado, informaron las autoridades locales.  

El incidente ocurrió en el distrito de Deleram, en la provincia occidental de Nimroz, y es el último de una larga serie de tiroteos en los que integrantes de las fuerzas de seguridad afganas han sido blanco de sus compañeros locales o extranjeros.  

«Desgraciadamente 11 de nuestros valientes policías han muerto en este ataque cobarde», indicó a la AFP el gobernador de Nimroz, Abdul Karim Brahawi.  

«Los primeros elementos de la investigación apuntan a que el pistolero era un talibán infiltrado. También murió cuando la policía respondió a los disparos», añadió.  

El ayudante del jefe de policía provincial Abdul Majid Latifi confirmó que 11 policías fueron asesinados por un «policía de uniforme» y añadieron que se había abierto una investigación al respecto.  

La víspera seis soldados internacionales murieron a manos de afganos que trabajaban con ellos.  

Un civil afgano empleado en una base de la OTAN mató a tiros a tres soldados de la coalición internacional este viernes, el mismo día que un policía afgano mató a otros tres miembros de las fuerzas especiales estadounidenses murieron en el distrito de Sangin, provincia de Helmand (sur), a manos de un comandante de la policía afgana que los invitó a cenar en su puesto de control.  

En total, 34 soldados internacionales han muerto en este tipo de ataque de sus aliados afganos, según un recuento de la OTAN.