Desde que los modernos sistemas de contabilidad por partida doble fueron creados por el italiano Fray Luca Paciolo en el siglo XV el mundo de las transacciones en el comercio internacional, el ser o no ser de los negocios se redujo a una sóla cuestión: Cuadrar el círculo de las transacciones para hacer sostenible el equilibrio de las corrientes comerciales entre los países.

En la misma medida en que avanzaron la complejidad en los procesos tecnológicos y en la economía procurar la paridad entre lo que ingresa y lo que se gasta se fue haciendo cada vez más necesario.

Pero a las alturas de un mundo globalizado como el actual, evitar agudas desigualdades contables en los negocios se torna imposible e insostenible entre los países.

Cuando en medio de las negociaciones, el Presidente Hipólito Mejía insistió hace días que serían mantenidos los subsidios al GLP y a la energía para los pobres, todos cuestionaron: ¿a quíen corresponde defender la contabilidad social?

A esto obedece la insistencia del Fondo Monetario Internacional (FMI), de propiciar un programa que apuntale el «Debe» y el «Haber» de las cuentas macroeconómicas de República Dominicana, país con cuyas autoridades se discute una salida a una de las más agudas crisis padecidas en los últimos 20 años.

¿Por qué las tantas consultas e intercambios de propuestas y cifras entre las autoridades dominicanas y los oficiales del FMI? El desequilibrio real y contable en las operaciones vinculadas a las recaudaciones aún no armoniza con el escenario fiscal que el país deberá enfrentar hacia el próximo año 2004, lo cual profundizaría más la pobreza y la recesión económica.

[b]»ATADO» PARA EL NUEVO AÑO[/b]

Las autoridades económicas adelantaron que para el próximo 2004, el monto a que ascenderá el nuevo Presupuesto y Ley de Gastos Públicos es de RD$125 mil millones.

Debido al hecho de que estas cifras aún son preliminares, la Oficina Nacional de Presupuesto ha hecho una proyección de los ingresos extrapresupuestarios por partidas de los fondos especiales que asciende a esa cantidad.

Por tratarse de un Presupuesto que está atado, tal como adelantó el Secretario Técnico, licenciado Carlos Despradel, a los acuerdos con el Fondo, Onapres ha debido consignar las partidas contributivas que servirán de pilares a la nueva Ley de Gastos Públicos.

Pero se consignan varias clasificaciones, de acuerdo a lo que han estimado los técnicos que laboran conjuntamente con la Secretaría de Finanzas, el Secretariado Técnico de la Presidencia y otras dependencias que trabajan en la pieza, en el sentido de que el estimado preliminar de ingresos tendrá necesariamente que ir vinculado a un paquete de medidas fiscales previas que se destinarán a completar el monto del gasto contemplado para el año venidero.

Un total de seis tramos que integran nuevas partidas de recaudaciones contemplan ingresos por un monto que preliminarmente debería ascender a unos RD$34 mil millones para cubrir la brecha de ingresos sobre gastos.

Hasta ahora, las autoridades monetarias que siguen trabajando con los oficiales del FMI, han identificado un monto ascendente a unos RD$21 mil 800 millones, lo cual precisa de nuevas revisiones hasta tanto se puedan focalizar otros ingresos que completen las nuevas recaudaciones.

De estos tramos, el mayor aporte por la vía de ingresos correspondería al cobro de la Comisión de Cambio, la cual de aplicarse en un nivel del 10%, según un escenario preliminar proyectado, permitiría fondos al fisco por RD$10 mil 130.9 millones.

Otro ingreso que permitiría importantes fondos al gobierno, proviene de la ampliación de la base contributiva del Impuesto a la Transferencias de Bienes Industrializados (Itebis), por el orden de los RD$ 4 mil 69 millones.

A su vez, la aplicación un gravamen del 2% sobre las importaciones ingresarían RD$2 mil 860 millones, de acuerdo con las informaciones disponibles.

A su vez, la aplicación de los gravámenes de recargo de un 5% sobre las exportaciones contemplarían aumentos de ingresos por vía del Banco Central disponibles por RD$ mil 750 millones.

El cobro de 10 dólares adicionales a los pasajeros a través de los puertos y aeropuertos del país, y que también serían manejados por el organismo monetario, conllevaría ingresos por RD$ mil 207.4 millones, según estos cálculos.

La adición de otras medidas de políticas impositivas implicarían ingresos añadidos a los ya descritos por RD$ mil 800 millones más, para acercarse a los RD$22 millones.

En esta parte podrían añadirse gravámenes al Impuesto Selectivo al Consumo de bebidas alcohólicas y tabaco, lo que es objeto de análisis con los sectores productivos vinculados.

[b]CASI IGUAL AL 2003[/b]

De acuerdo con la primera estimación de ingresos del presupuesto bajo confección, el gobierno dispondría de unos RD$120 mil 927 millones al 2004, igual a un 27.6% más que los ingresos del año 2003 que finaliza.

Considerando los niveles de inflación que el gobierno ha indicado y que sobrepasan el 30% para este año, ello implica que el crecimiento real de dicho programa preliminar de ingresos no implica el acopio de grandes partidas sobre el anterior, en vista de que se trata de un presupuesto que no contempla la pérdida del valor real del peso con la pérdida del poder adquisitivo del peso dominicano.

De ahí que, por tanto, el aumento real del gasto público no sería tan considerable, ya que se mantendrían los ingresos casi similares a los del año fiscal anterior.

Implica además que el crecimiento real de la economía medido a través de una igualdad entre ingresos y gastos, en caso de ceñirse las autoridades al programa con el FMI, sería modesto.

Un aspecto relevante del presupuesto para el año 2004 resalta que no obstante el gobierno haber incurrido en contratar préstamos por millones adicionales para dinamizar planes y programas a nivel nacional, los pagos por concepto de abonos a la deuda externa serán manejables.

Se consignan para tales fines pagos de la deuda externa por US$300 millones para los distintos acreedores, igual a RD$12 mil millones expresados en pesos dominicanos.

Algo a tomar en cuenta es que el desbarajuste monetario que trajo la caída del sistema bancario y lo cual desató la crisis que se destapó desde marzo de este año, consiste en que con la devaluación del peso, el gobierno debe disponer de mayores fondos recaudados para cubrir sus compromisos externos.

También sobresale el hecho de que el gobierno deberá enviar al Congreso Nacional nuevas leyes de recaudación, las cuales han estado siendo consensuadas con sectores ante la gravedad del problema que afecta al fisco para el futuro inmediato, a fin de lograr la estabilidad macroeconómica.

Los retos que deben ser confrontados con estos nuevos ingresos implican la cobertura por el gobierno de gastos correspondientes a prestaciones a la seguridad social y al sistema tradicional de pensiones y jubilaciones por RD$4 mil 908 millones.

Ajustes por inflación de sueldos al sector público por RD$2 mil 376 millones.

Cumplimiento de la disposición que incrementa las transferencias del Gobierno Central a los municipios del 6% al 8%, monto igual a RD$mil 648 millones.

Aplicación de subsidios generalizados y focalizados a la electricidad y al GLP, que contempla unos RD$4 mil 716. Esta última cifra, sujeta a una estricta revisión y ajuste final.

También el incremento de gastos de la Junta Central Electoral para celebrar las elecciones presidenciales del próximo año, por RD$mil 485 millones.

Un incremento para el pago del servicio de la deuda pública motivado por la crisis bancaria y la depreciación que se había estimado en principio en RD$15 mil 330 millones.

Igualmente, el cumplimiento de la metas fiscales propuestas en el Acuerdo Stand By con el FMI de generar un superávit global al gobierno de 1.1% del PBI, ascendente a unos RD$6 mil 540 millones.