La verdadera riqueza de una nación está en sus gentes. Sin salud y educación no hay seres humanos aptos para crear riquezas y poder vivir una vida próspera, sana, feliz y duradera.

Cada día más la salud es un problema de política de Estado, de recursos económicos, tecnológicos, humanos y de gerencia. Debido a que el déficit fiscal de los gobiernos se hace mayor, en la medida que la deuda social se va acumulando y las demandas se incrementan al estas no poder ser satisfechas por sus gobernantes.

Aunque lo antes mencionado es común a todas las naciones, es más relevante en aquelllas en vías de desarrollo y en las sub-desarrolladas, quienes son sus habitantes los más golpeados por los cambios económicos que vienen desarrollando.

Históricamente los gobiernos de la República Dominicana, destinan para el sector Salud, alrrededor de un 10% del presupuesto de la nación. El presupuesto del 2001 fué de RD$63,530,600,000 millones y se destinó para Salud RD$6,236,000,000 millones (9.8%), en el 2002 fué de RD$73,894,7000,000 millones y para el sector salud se asignó RD$7,659,000,000 (10.36%) y en el presupuesto del 2004 de RD$121,000,000,000 millones se destinarán para salud, RD$12,000,000,000 (10%).

El diez por ciento asignado tradicionalmente para la salud, es una cantidad escasa, debido a que la salud, cada día depende más de recursos económicos y las demandas son mayores en continuo incremento. Pero si de por sí la asignación de recursos para el sector salud, es escasa, mayor se hace con las distorsiones que presenta la Ley General de Ingresos y Egresos (el presupueto) Gastos Público.

¿Qué quiero decir con ésto? Que una cosa es lo que se asigna en la ley de ingresos y gastos públicos al sector salud y otra lo que en realidad finalmente se destinan y llegan al sector. Existen una serie de instituciones, sobre todo relacionadas con vivienda (INVI), agua potable y alcantarillados (INAPA) que su presupuesto anual, está incorporado dentro del presupuesto de Salud Pública, lo que disminuye real y efectivamente más el dinero asignado a la salud.

En el presupuesto del 2003, el monto aprobado para SESPAS, fué de RD$8,818,256,882 millones, pero en el acápite relacionado como: Transferencias Otras instituciones (lo arriba mencionado), estaban RD$2,378,147,018 millones y en el acápite de: Recursos Externos y total de RD$3,027,831,792 millones, por consiguiente quedaban solamente disponible para ser ejecutado por SESPAS RD$5,790,425,090 millones de los RD$8,818,256,000 millones aprobados.

Ahora bien, no solo es esta distorsión que existe en el presupuesto de Salud, sino que una cosa es el dinero aprobado en la Ley de Ingresos y Gastos Público, y otras es lo ejecutado. Tradicionalmente esta práctica es común a todos los gobiernos, pues como ejemplo podemos tomar el presupuesto aprobado para SESPAS en el año 1992 de RD$1,255,705,025 millones y el monto ejecutado fué de RD$806,243,923 millones (64.2%), en el año 1998, el aprobado fué de RD$4,317,779,945 millones y el ejecutado de RD$2,896,208,589 (67.1%) y en el año 2000, el aprobado fué de RD$7,160,010,700 millones y el ejecutado de RD$5,585,769,685 millones (7 8%). Si hacemos esto con el decenio 1992-2002, veremos que SESPAS, ha ejecutado el 66.4% del presupuesto asignado a ella. Por consigueinte de un monto de por sí escaso, con una deuda social acumulada en el sector salud cada vez mayor, y de los agravantes desencadenados por la crisis económica, le añadimos estas distorsiones, es fácil de entender porque es la gran crisis existente en la salud dominicana.

Si tomamos en cuenta que en año 2003 la inflación fue mayor al 40%, y la devaluación del peso dominicano desde septiembre del 2002 hasta enero de el 2004 anda en el orden del 323% con relación al dollar. Esto aunado al incremento en la demanda de salud, debido a una deuda social acumulada y una población envejeciente cada día mayor (la que menos expectativa de vida posee, pero la que más recursos consume), se hace necesario que nuestros gobernantes entiendan lo prioritario que es para su gestiones el sector salud. Que hagan suya la política de salud, que la respalden con la asignación de recursos suficientes, dentro de las precariedades conocidas y esto junto a la utilización de los recursos humanos con una alta capacidad gerencial, independiente de las banderías políticas partidistas y la corrección en las distorsiones en el presupuesto de la nación son pasos fundamentales para el éxito de cualquier gestión gubernamental venidera.