Cuando todos pensamos que todo iba a cambiar, nos sorprendieron y continuaron con las mismas mañas de siempre, y el cambio prometido no hizo mas que empeorar lo que supuestamente estaba mal. El uso y abuso de los recursos del Estado parece que todavía sigue siendo el pan nuestro de cada dia, porque llena de suspicacia y llama mucho la atención, con la facilidad que son convencidos los dirigentes de todos los partidos para sumarse al partido de gobierno, como si tuvieran algo que hipnotiza a los demás, algo que todos sabemos.
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El gobierno se ha puesto como meta lograr que Luis Abinader pueda imponer una reelección presidencial en primera vuelta en el año 2024, y para esto no escatima en esfuerzos, para lograr la meta. Con un fuete le han entrado a todo partido que se interponga en la pretensión imposible. Han conquistado políticos de todos los bandos: aliados, no aliados, independientes de pacotilla y activistas pasa hambre.
En tal sentido, pueden comprar hasta el que limpia en los partidos, pero con el mismo fuete que le dan a los partidos para desangrarlos, también le dan al pueblo para igualmente desangrarlo. Fuete en el supermercado, fuete en las estaciones de gasolina, fuete en el transporte público, fuete en los hospitales, fuete con los medicamentos, fuete en Impuestos Internos, fuete en aduanas, fuete con el recibo de la “luz”, fuete con los apagones. Entre fuetazo y fuetazo el pueblo se desangra, se desespera y cada dia se cabrea más. Nadie podrá reelegirse con un pueblo pasando hambre, aunque le entre a fuetazos a todos los partidos políticos. Los números no dan, porque los políticos chupa sangre van, vienen y se viran para donde se huelen la grasa; en cambio el pueblo vota por amor o por dolor, y el hambre ya está causando dolor en la barriga de la gente. Mientras el pueblo se cae a pedazos, el gobierno gasta una millonada en medios de comunicación, “bocinas” y estrategas para manejo de crisis y mejora de imagen ante la gente. Pueden resucitar a Joseph Goebbels y un pueblo hambriento e inconforme los sacará a patadas.