Santo Domingo (EFE).- El presidente de Haití, René Preval, dijo ayer en Santo Domingo que la lucha «contra la droga no puede ganarse si no se despliega una batalla mundial».

Préval hizo estas manifestaciones durante su intervención en la «Cumbre regional sobre drogas, seguridad y cooperación», que se celebra en Santo Domingo, en donde precisó que si existe «una tercera guerra mundial», ésta es precisamente la que se tiene con el narcotráfico.

En la cumbre también participan los presidentes de la República Dominicana, Leonel Fernández y de Colombia, Álvaro Uribe, así como el primer ministro de Trinidad y Tobago, Patrick Manning y el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, entre otros.

El presidente haitiano hizo hincapié en el aspecto comercial del tráfico de drogas y resaltó que sus beneficios son entre 15 y 50 veces más elevados, según el tipo de sustancia, que los que obtienen los productores, al tiempo que se mostró partidario de «atacar directamente a los circuitos de distribución».

En su opinión, si se consigue hacer desaparecer la demanda, «a los productores y encargados del transporte de la droga sólo les quedará la alternativa de cambiar de oficio».

Para conseguirlo indicó que es necesario «un cambio de mentalidad» y una mayor responsabilidad por parte de los países consumidores, así como «trabajar juntos, sin hipocresía».

Preval, al igual que los demás intervinientes en la cumbre, se mostró partidario de la coordinación multidisciplinar como única vía para alcanzar logros palpables en esta lucha, y citó como ejemplo la cooperación jurídica y policial y los intercambios de información, así como las mejoras en la eficacia de los sistemas educativos.

«Si nos quedamos solos, los gigantes del narcotráfico nos van a tragar de un solo bocado», sentenció.