Naciones Unidas, (EFE).- El presidente electo de Haití, René Préval, pidió ayer en la ONU la convocatoria de una conferencia de donantes para que la comunidad internacional reafirme el apoyo a largo plazo a su país en el camino hacia la paz y el desarrollo.

Préval participó en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, convocada por Argentina, para debatir la situación en Haití tras las elecciones del pasado 7 de febrero, en las que resultó elegido como presidente.

En su intervención, Préval, que tomará posesión de su cargo el 14 de mayo, subrayó que existe una “estrecha correlación entre la democracia y el desarrollo económico”, por lo que indicó que la consolidación democrática no se producirá “si no va acompañada por un desembolso de los fondos comprometidos por los países donantes”.

Estos fondos, según dijo, se requieren para poner en marcha programas dirigidos al fomento del empleo, mejora de los servicios sociales, refuerzo de las instituciones y creación de condiciones adecuadas para promover la inversión privada.

“Haití es un país en construcción, los problemas son enormes y se requiere una acción urgente. La pobreza, el paro generalizado, el deterioro de las infraestructuras y la inseguridad crónica son los mayores desafíos que debe afrontar el nuevo gobierno”, señaló.

Resaltó también que junto al desarrollo socioeconómico, Haití requerirá asistencia para reformar sus instituciones democráticas, el sistema judicial y la policía nacional, así como para financiar el desarme, desmovilización y reinserción de los ex combatientes.

Préval invitó a que la Misión de la ONU para la Estabilización de Haití (MINUSTAH) a permanecer en el país caribeño para que trabaje conjuntamente con el Gobierno para poder llevar a cabo estas transformaciones.

El presidente electo haitiano aprovechó el foro del Consejo de Seguridad para hacer un llamamiento a la clase política haitiana y a todos los sectores de la sociedad civil para que colaboren en la gobernabilidad del país a través de un diálogo “franco y sincero”.

En la reunión también participó el jefe de la MINUSTAH, el chileno Juan Gabriel Valdés, quien abandonará su cargo en las próximas semanas,

Valdés manifestó que Haití debe dejar atrás el estigma de ser “la nación más pobre” del continente, para lo cual cualquier proyecto destinado a avanzar hacia la paz y el desarrollo debe contar con la asistencia internacional.

Advirtió de que los avances en el camino hacia la democracia podrían revertirse si se reducen las tropas de la MINUSTAH, y afirmó que la misión de paz requiere de todo el apoyo financiero para realizar su mandato.

De forma similar se pronunció el ministro de Asuntos Exteriores de Argentina, Jorge Taiana, quien pidió el apoyo del Consejo y de las agencias de la ONU para que, en “esta nueva etapa en Haití, se evite cometer los errores del pasado”.

“La creación de empleo y la provisión de servicios sociales básicos constituyen dos de las cuestiones centrales a las que se deberá prestar atención en el futuro próximo”, indicó.

El viceministro de Relaciones Exteriores de Chile, Alberto Van Klaveren, hizo hincapié en la necesidad de orientar la colaboración de los países en la MINUSTAH a objetivos concretos de desarrollo, entre ellos la reconstrucción de infraestructura.

“El esfuerzo que responsablemente está asumiendo el pueblo haitiano, demanda una renovada solidaridad”, resaltó.

Por su parte, el viceministro de Exteriores de Perú, Harold Forsyth, subrayó los desequilibrios “físicos y sociales” de Haití debido, en gran medida, al crecimiento de un 3 por ciento anual de la población y al deterioro del medio ambiente.

Sugirió establecer un “Plan Compacto” para que la comunidad internacional aporte los recursos necesarios en un plazo de tiempo determinado para que el gobierno de Haití pueda llevar a cabo avances en la gobernabilidad democrática, el desarrollo social y económico, protección medioambiental y la seguridad.

El Consejo de Seguridad tiene previsto adoptar una declaración presidencial de apoyo a Haití en este nueva etapa, centrada en la reconciliación nacional, la consolidación del Estado de derecho y el desarrollo económico y social.