Préval llora por su pueblo

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El presidente de Haití, René Préval, no pudo contener sus lágrimas ayer mientras escuchaba una misa masiva oficiada como homenaje póstumo a los miles de haitianos muertos a consecuencia del terremoto que el 12 de enero destrozó  la capital haitiana. Préval pidió coraje para iniciar la reconstrucción del país.

PUERTO PRINCIPE  EFE. El pueblo de Haití oró ayer unido en numerosas ceremonias celebradas en todo el país para despedir a los muertos y hacer votos por el futuro y la reconstrucción, al cumplirse un mes del devastador terremoto del 12 de enero. Con motivo de este primer mes de la catástrofe que sacudió Puerto Príncipe y varias ciudades cercanas, la nación vivió una jornada de luto nacional que incluyó un llamamiento del presidente haitiano, René Preval, a emprender el camino de la reconstrucción.

“Sequemos nuestras lágrimas para poder reconstruir Haití”, dijo el mandatario, quien invitó a su pueblo a enterrar a los muertos “con dignidad” y a tener “coraje». Fue el homenaje póstumo de miles de haitianos a sus seres queridos, a muchos de los cuales no se los pudo enterrar adecuadamente ni brindar honras fúnebres porque fueron a parar a fosas comunes.

El terremoto de 7 grados Richter que se registró a las 16 horas 53 minutos y 10 segundos (hora de Haití) del 12 de enero marcó un antes y un después en el país más pobre de América, donde ya se cuentan 217.000 muertos y cerca de un millón de personas viven en la calle.

Fedner, un hombre de mediana edad que seguía ayer una de las ceremonias religiosas subido en una camioneta junto a dos amigos, consideró que el día de hoy quedará por siempre en el recuerdo.

“Hoy es un día importante, una fecha que permanecerá en nuestro pensamiento. Este día quedará en la memoria de todos los haitianos”, subrayó.

Bertrand, compañero de Fedner, dijo que esta conmemoración no reemplazará los actos fúnebres que no pudo celebrar para despedir a los familiares que perdió- dos hermanos, una hermana, una tía y un sobrino.

“Esta ceremonia no sustituye a los funerales, pero nos hace pensar en cómo estamos viviendo y en que debemos apoyarnos en Dios”, explicó a Efe.

El presidente Préval dijo que las palabras no sirven para explicar lo que él ha visto en las calles. “Hay dolor que las palabras no pueden expresar”, enfatizó.

Criticado por sectores que consideran que no mostró suficiente liderazgo tras la catástrofe, el gobernante indicó que su “respuesta” es “seguir con las diligencias para buscar socorro en el extranjero».

Preval invitó también a orar por el restablecimiento del enviado especial de ONU, el ex presidente  Bill Clinton, quien fue operado ayer del corazón y ya se recupera r en su casa del estado de Nueva York. Entre las multitudes que asistieron a las actividades conmemorativas predominaban las ropas de color negro, en señal de duelo, y blanco, propio de los actos fúnebres, tal como pidió el gobierno, que convocó a los haitianos a vivir en un ambiente de “consenso” los actos de ayer. El alcalde de Puerto Príncipe insistió también en la necesidad de volver a la normalidad.

Habla Clinton

Naciones Unidas. EFE. El coordinador de la ayuda internacional para Haití, el ex presidente estadounidense Bill Clinton, afirmó ayer que el país antillano tiene la oportunidad de “librarse de las cadenas del pasado y las ruinas del terremoto” que lo devastó hace justo un mes. El antiguo mandatario, que se recupera en su casa de las afueras de Nueva York de una intervención en el corazón que se le practicó de emergencia el jueves, se mostró convencido de que los haitianos podrán reconducir la grave situación de su país. «¿Se puede hacer? Sí, mediante un proceso abierto, responsable y liderado por los haitianos que reciba nuestra ayuda. Pese a la enorme pérdida, Haití todavía tiene la oportunidad de librarse de las cadenas del pasado y las ruinas del terremoto”, aseguró Clinton en un comunicado difundido por su fundación.

El mandatario reafirmó su compromisos, como enviado especial de la ONU, de colaborar con el Gobierno de Haití, su pueblos y la comunidad internacional, entre otros, para responder a las necesidades de los millones de damnificados por el sismo del pasado 12 de enero.

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