PUERTO PRINCIPE (AP) _ Al asumir por segunda vez la presidencia de Haití el domingo, René Preval pidió ayuda a sus compatriotas en su discurso inaugural, destacando que sólo a través de la paz el país podrá superar la pobreza.

Preval, el único mandatario haitiano elegido que cumplió su mandato de cinco años, entre 1996 y 2001, fue juramentado el domingo, en un nuevo intento por consolidar la democracia después de décadas de insurrecciones, anarquía e intervención extranjera.

En su discurso inaugural en el Palacio Nacional, Preval llamó a la unidad en la fragmentada sociedad haitiana. «Necesitamos alcanzar la paz a través del diálogo, hablando unos a otros, de manera que podamos decidir a dónde queremos ir, juntos’’, dijo.«Si no hablamos, sólo vamos a pelear y no habrá paz’’, agregó.

Cientos de ciudadanos aplaudieron al nuevo mandatario, algunos de ellos apretados contra las rejas verdes que rodean al Palacio Nacional, portando banderas haitianas o fotos del expresidente Jean-Bertrand Aristide, cuyo regreso del exilio es solicitado por ciertos sectores de la población.

El nuevo gobierno reemplaza al interino instaurado tras el derrocamiento en 2004 de Aristide, ex aliado de Preval.

El nuevo presidente destacó ante la multitud que el cese de la violencia permitirá la creación de empleos y la contrucción de hospitales y carreteras. «Por favor, ayúdenme, ayuden al país, ayúdense ustedes mismos’’, clamó.

Previamente, en una sala parlamentaria atestada, con un calor sofocante, Preval recibió la banda presidencial roja y azul y saludó a los legisladores y dignatarios extranjeros que le brindaron una ovación. Entre los presentes destacó el gobernador de Florida, Jeb Bush, la gobernadora general de Canadá, Michaelle Jean, y el actor estadounidense Danny Glover.

La ceremonia fue el último paso en el regreso de Haití a la democracia dos años después que una revuelta sangrienta derrocó al entonces presidente Jean-Bertrand Aristide y sumió al país más pobre del hemisferio occidental en el caos.

Después de la ceremonia, Preval, rodeado por guardaespaldas, agitó el brazo para saludar a cientos de partidarios detrás de una fila de policías y efectivos de la ONU fuertemente armados. Algunos alzaban retratos de Aristide, exigían su regreso del exilio y coreaban: «—Aristide fue secuestrado, queremos que vuelva!’’

Preval, antiguo aliado de Aristide y campeón de los pobres, ha prometido unir el país y restaurar la paz que desapareció después de la revuelta de febrero de 2004.

El agrónomo de 63 años deberá enfrentar una burocracia corrupta, una economía en ruinas, la inseguridad rampante y el problema de las cárceles.

Horas antes de la juramentación, los presos se sublevaron en la penitenciaría nacional, a un kilómetro del parlamento. Decenas de presos subieron al techo llevando lo que parecía ser dos cadáveres.