POR LEONORA RAMÍREZ S.
La prevalencia del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) entre las mujeres del país está casi a la par con la incidencia de esa epidemia en la población masculina, según Sergia Galván, directora ejecutiva del Colectivo Mujer y Salud.

Al destacar que al inicio de la enfermedad (en la década de 1980) por cada siete hombres infectados había una mujer, refirió que entre los factores que propician el referido incremento están los prejuicios que solamente asociaban el virus con los homosexuales y la percepción de que las mujeres con parejas estables no estaban en el grupo de riesgo.

Durante su  participación en el almuerzo del Grupo de Comunicaciones Corripio, manifestó que de parte de las autoridades  del sector salud, tampoco se tomaron en cuenta los riegos de ese grupo poblacional para dar respuestas en materia de prevención, movilización y servicios.

Otro elemento que  incide en la feminización del VIH, a su juicio, es la inequidad en las relaciones entre hombres y mujeres, lo cual hace difícil que estas tengan prácticas sexuales sin riesgo.

“Una mujer que le pide a su pareja  estable que use el condón realmente podría tener problemas, porque quien tiene el control del uso del preservativo, que hasta ahora es el mecanismo más importante de prevención, es el hombre”.

Añadió que el condón femenino, que pudiera ser una medida controlada por las mujeres, realmente ha tenido una baja cobertura y prácticamente no ha estado presente en las respuestas del sistema de salud.

Galván también resaltó que en materia de investigación no se ha analizado cómo la epidemia está impactando a las mujeres, aunque existen estudios aislados.

CONSECUENCIAS EXPANSION VIH ENTRE MUJERES

La experta manifestó que la prevalencia del VIH entre la población femenina tiene un terrible costo social.

En ese sentido, expresó que en el país hay de 7,000 a 8,000 menores huérfanos cuya atención recae sobre las mujeres y se estima que existen alrededor 48,000 menores hijos de madres VIH positivas.

“Lo que se prevé es que de no haber una respuesta afectiva en ese ámbito, esas cifras se pueden extender por encima de los 58,000 niños y niñas huérfanos en el corto plazo. De ahí  la importancia de centrar a las mujeres en el núcleo de la respuesta nacional sobre VIH”.

De acuerdo con sus juicios, es importante que se tome muy en cuenta la feminización de la epidemia, porque en una mujer infectada con VIH el impacto se traduce a la familia, la comunidad y al sistema productivo”.

“NEGOCIANDO POR AMOR”

Galván expresó que la  institución que dirige mantiene conversaciones con el Consejo Presidencial del SIDA (COPRESIDA) para comenzar la distribución de los condones femeninos e igualmente entrenar a las mujeres para que los utilicen como herramientas de negociación con sus parejas.

“En ese sentido hay una respuesta positiva de parte del COPRESIDA y estamos tratando de que las negociaciones sobre el uso del condón sean con el lema, negociando por amor, para que se entienda que cuando un miembro de la pareja demanda el preservativo cuida su salud, la de su compañero y la de sus hijos”.