Prevé desaparición de azúcar como insumo

Prevé desaparición de azúcar como insumo

POR EVARISTO RUBENS
El licenciado Santiago Tejada consideró ayer que el azúcar de caña corre el riesgo de desaparecer como insumo industrial en el mercado nacional, en el mediano plazo. También expresó que el Tratado de Libre Comercio (TLC) que firmó el país “de manera apresurada” con los Estados Unidos, fue una adhesión al acuerdo firmado por esa nación con Centroamérica.

Indicó, además, que la Secretaría de Industria y Comercio nunca ha tenido capacidad para negociar acuerdos comerciales y que quien debe estar a cargo de ese tipo de negociación es la Cancillería.

Señaló que si los Estados Unidos mantiene el subsidio al sirope de maíz, en un período de 10 años, el azúcar de caña desaparecerá como ingrediente industrial. 

Expresó que es innegable que la industria azucarera dominicana está en peligro con el sirope de maíz, que rinde mas que el azúcar de caña y está subsidiado en los Estados Unidos.

Tejada, ex encargado de negociaciones comerciales en la Cancillería, también expresó que para beneficio del país, el Senado debe convertir en ley el proyecto de la reforma fiscal, con el impuesto del 25% a las bebidas preparadas con sirope de maíz, y que luego se someta al Congreso, un proyecto para derogar ese gravamen.

Explicó, sin embargo, que el 25% al sirope de maíz tiene un efecto contrario al espíritu del TLC con los Estados Unidos, aunque no crea un impuesto a la importación de sirope, pero grava a las bebidas que se fabrican con ese edulcorante, medida que podría ser considerada discriminatoria dentro del acuerdo.    

Dijo que, lógicamente, debe aprobarse y dejarse así el 25% a las bebidas fabricadas con sirope de maíz, aunque se trata de una medida que no protege a los productores nacionales de caña, los cuales no están de acuerdo con lo negociado por la comisión nacional, encabezada por la licenciada Sonia Guzmán de Hernández, ex secretaria de Industria y Comercio.

Precisó que en el país hay una confusión sobre el papel de los negociadores, como el caso de Osmar Benítez, en la parte agrícola, el cual no podía firmar nada, sino la jefa negociadora, Guzmán de Hernández, que a final del día se reunía con la de Estados Unidos, Regina Vargo, quienes firmaban y podían modificar los términos de todo lo negociado por los negociadores.

Tejada, también ex presidente de la Junta Agroempresarial Dominicana, señaló que las negociaciones se cerraron de una manera muy apresurada, en las que el país tenía una intención y un interés marcado en muchas variables positivas por las cuales tiene que ser parte del TLC.

Añadió que los argumentos que existían antes y que persisten hoy, son que si la nación no está dentro de ese contexto, indiscutiblemente que Centroamérica tendría una ventaja comparativa en el mercado norteamericano, con respecto a República Dominicana, “porque nosotros competimos con la misma producción, especialmente en el régimen de zonas francas y en otros productos”.

Dijo que en las negociaciones de la agricultura, que es un sector muy conflictivo y sensitivo para Estados Unidos y para República Dominicana, al final el jefe negociador dominicano, Benítez, cuando  se llegó a un punto dificultoso para arribar a un acuerdo, se le excluyó de la negociación.

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