Prevención

<p>Prevención</p>

La delincuencia trata de levantar cabeza en estos tiempos prenavideños, esti mulada quizás por la proximidad de una etapa de disponibilidad de recursos que suele alentar el comercio.

Unos cuantos actos, como los asaltos a camiones transportadores de valores, han formado parte de este intento de repunte de la actividad criminosa.

Y aunque la Policía ha dado pronta y efectiva respuesta ante estos hechos, resolviendo oportunamente la mayoría de los casos, es preciso complementar la prevención para tratar de aminorar la frecuencia de estos sucesos.

Por idiosincrasia, los dominicanos solemos dejar que sean las autoridades las que asuman el papel que corresponde a cada uno de nosotros, como ciudadanos y actores que somos.

-II-

Ya el Gobierno ha anunciado que entregará el sobresueldo navideño en los primeros días de diciembre, y es inevitable que esto active las ambiciones de los antisociales.

En esta virtud, a cada ciudadano le corresponde una cuota de responsabilidad en complementar la tarea de prevención con actitudes de sobriedad y de cuidado que frustren las intenciones de los delincuentes.

Una buena forma de hacerlo es evitar la exhibición de valores o capacidad de compra, evitando toda muestra de ostentación que pueda resultarle atractiva a los delincuentes.

Hay que ser cuidadosos y asegurar bien los vehículos, no dejar paquetes visibles en los asientos y en la medida de lo posible mantener cerradas las ventanillas.

Nunca dejar documentos dentro de vehículos estacionados puede ayudar bastante en caso de que sean robados,

-III-

En fin de cuentas, la prevención es un trabajo que tenemos que tomarnos los ciudadanos, como principales interesados en preservar intactos nuestros bienes.

El papel preventivo de los ciudadanos debe ser desempeñado como un complemento de las operaciones que con los mismos propósitos despliegan las autoridades.

No debemos permitir que los delincuentes recuperen en todo o en parte el terreno ganado en el pasado reciente, cuando se hizo necesario diseñar programas especiales como «Barrio Seguro» y otros para poder hacerle frente a la ofensiva delictiva.

La prevención bien puede comenzar por los hogares, mediante la orientación de los hijos, y continuar por medio de un desenvolvimiento cauteloso en las calles.

No todo en materia de lucha contra la delincuencia tiene que estar a cargo de la Policía y otras autoridades.

Las juntas de vecinos y otras organizaciones comunitarias pueden desempeñar un papel estelar en materia de vigilancia y notificación a las autoridades sobre comportamientos irregulares en sus respectivos sectores.

En fin, que todos debemos ser protagonistas en la prevención.

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