Prevención

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Muchas personas, debido a las restricciones oficiales destinadas a aligerar la factura petrolera, han optado por hacer sus reservas de combustibles. Se ha visto en estaciones de expendio a personas comprando gasolina en recipientes inapropiados, generalmente plásticos, para, o llevarla hasta donde quedó varado un vehículo, o a la casa para almacenarla.

Y entre los que así actúan, no faltarán quienes traten de tener reservas para vender a sobreprecio en horas y días en que las estaciones de servicio están cerradas.

Almacenar combustibles en envases y lugares inadecuados es una práctica altamente peligrosa, precursora de incendios y tragedias.

Los bomberos han explicado que los vapores de combustibles como la gasolina atrapados en un ambiente cerrado, como una habitación por ejemplo, son una bomba de tiempo que solo espera para arder o estallar una mínima chispa, que puede ser producida por una carga estática o la manipulación de un interruptor eléctrico.

Ante esta situación, algo deben hacer las autoridades para evitar que la gente pueda adquirir sustancias volátiles como la gasolina en recipientes no propios para esos menesteres.

Para muchas personas parecerá odioso lo que estamos pidiendo, pero resulta que ya los bomberos han empezado a llenar estadísticas con casos de incendios generados por almacenamiento inadecuado de gasolina.

Las medidas de ahorro no pueden arrastrarnos a una especie de paranoia que expone a mucha gente a peligros innecesarios por almacenar carburantes en recipientes y sitios inapropiados.

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¿País de indocumentados?

Alguna vez, y debe ser pronto, habrá que ponerle frente a la multiplicación de personas indocumentadas en este país.

Este gravísimo problema social se debe a que personas que por alguna razón no fueron declaradas y carecen de actas de nacimiento, procrean hijos a los que, por la razón anterior, tampoco pueden declarar y dotar de documentos de identificación.

El oficial del Estado Civil de la Doceava Circunscripción de Santo Domingo Este, Luis Felipe Rodríguez, ha afirmado que más de dos millones de personas en este país carecen de actas de nacimiento. Dos millones de indocumentados es una proporción demasiado alta del total de la población dominicana, lo que nos da una idea de la gravedad de este problema social.

De manera urgente, hay que poner en marcha una política intensiva encaminada a proveer de documentos a todo el que carezca de los mismos. No hay manera de justificar que los gobiernos hayan estado pasando por alto un proceso de multiplicación de indocumentados como el que ocurre en la República Dominicana.

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