La insuficiencia venosa crónica (que también se conoce como flebopatía crónica) es el mal funcionamiento de las válvulas de las venas de las piernas.

Esto causa aumento de la presión dentro de estas venas, que a su vez causa hinchazón y alteraciones secundarias de la piel.

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Los trastornos venosos son causa frecuente de asistencia a las consultas médicas no solo por la alta incidencia de esta enfermedad, sino por preocupación estética que representa, los síntomas son realmente molestosos e influyen en la calidad de vida de los pacientes y por las complicaciones que estas representan.

A pesar de su alta incidencia en nuestro país, es una de las patologías crónicas totalmente prevenibles, de ahí la importancia de las evaluaciones médicas periódicas a través de un médico especialista en prevención, como lo es el médico de familia, quien evalúa los riesgos desde la primera consulta.

Las venas de las piernas actúan como un sistema de bombeo de sangre hacia el corazón gracias a dos características:

1. Elasticidad. Son capaces de distenderse y almacenar sangre y después volver a su forma original.
2. Presencia de válvulas, que impiden que la sangre retroceda.
   De esta forma, y ayudadas por las contracciones de los músculos de las extremidades inferiores, las venas contribuyen a que la sangre vuelva al corazón.
   Cuando las venas pierden parte de esa capacidad de bombeo, habitualmente por el mal funcionamiento o la destrucción de las válvulas, se produce lo que se conoce como insuficiencia venosa.

Entendiendo el mecanismo de su función nos será más fácil entender su trastorno y mejor aún, prevenir, el inicio de esta patología.

Sus causas son diversas:

• Una obstrucción en el flujo venoso por trombosis de un vaso o compresión extrínseca;
• Por reflujo valvular (várices);
• Por fallo en los mecanismos de bombeo venoso.

Detectar cada uno de los factores etiológicos de esta afección nos ayudará a elaborar una eficaz estrategia terapéutica en cada paciente.

Factores que inciden en la circulación de las piernas

La circulación de las piernas puede verse afectada por varios factores. Y, a su vez, la molestia se manifiesta a través de diversos síntomas que, de una forma u otra, disminuyen la calidad de vida de la persona.

Aunque los trastornos circulatorios pueden presentarse en personas de diversos rangos de edad, por lo general, el mayor número de casos suele tener de 40 años en adelante. Destacan como factor determinante los hábitos de vida y, sobre todo, la realización de ejercicio de forma regular.

La edad avanzada, los antecedentes familiares de insuficiencia venosa, los antecedentes personales de coágulos sanguíneos, la obesidad, las ocupaciones que exigen pasar mucho tiempo de pie, el embarazo, pertenecer al sexo femenino, realizar actividades físicas de alto impacto y la apnea obstructiva del sueño.

Principales síntomas

Dolor, hinchazón o sensación de pesadez en la pierna y el tobillo, picazón, alteraciones del color de la piel del tobillo, edema o hinchazón, e irritación o inflamación de las várices. Las várices son el signo clínico más frecuente, y se clasifican en cuatro tipos en función de su localización y tamaño.

Preguntas Frecuentes

Entonces, ¿cómo evitar la insuficiencia venosa?

• Evita permanecer mucho tiempo sentado/a o largos periodos de tiempo de pie.
• Practica ejercicios, como caminar, montar bicicleta, nadar, bailar o hacer gimnasia, regularmente: facilita la circulación de la sangre y el retorno venoso.
• Utiliza un calzado ortopédico adaptado a tus necesidades.
• Evita los tacones altos. Es recomendable llevar zapatos con un tacón de entre tres y cuatro centímetros.
• Usa medias de compresión que faciliten el retorno venoso.
• Evita las prendas ajustadas, ya que pueden dificultar la circulación venosa normal.
• Mantén un peso adecuado: el sobrepeso y la obesidad agravan los síntomas de la insuficiencia venosa.
• Mantén una alimentación saludable.
• Aplica ligeros masajes en piernas y tobillos.
• Evita los ambientes demasiado calurosos, puesto que estimulan la dilatación de las venas y la aparición de várices.

Para las personas que tienen trabajo donde duran largas horas sentadas o paradas se recomiendan las pausas activas, que benefician la prevención de este tipo de trastornos y otros asociados a la ergonomía laboral. Se recomienda estirar las piernas cada hora o dar pequeños paseos.

Acude a tu médico familiar para una evaluación periódica para la detección de esta y otras enfermedades totalmente prevenibles.

Glosario médico

Médico familiar

Es un especialista médico con una formación científica que proporciona cuidado y atención permanente e integral a las personas y sus familias, teniendo en cuenta los componentes psicológicos, biológicos, laborales, familiares y sociales de cada persona. Es uno de los líderes en la prevención y promoción de la salud.

Flebopatía

Término genérico que se emplea para describir las enfermedades del sistema venoso.