Especialista en Microbiología y Virología Clínica, gerente de Laboratorio y Banco de Sangre Hospital General de la Plaza de la Salud
La prueba de sangre oculta en heces se usa para detectar sangre en la materia fecal.
Es una prueba no invasiva y sin dolor que consiste en la recogida de una pequeña muestra de heces para buscar la presencia de sangre no visible en las deposiciones con el objetivo de detectar la existencia de una lesión colorrectal.
Según la Sociedad Americana de Cáncer, excluyendo los cánceres de piel, el cáncer colorrectal es el tercer cáncer que se diagnostica con más frecuencia tanto en los hombres como en las mujeres en los Estados Unidos. En general, el riesgo de padecer cáncer colorrectal en el transcurso de la vida es de aproximadamente 1 en 21 (4.7 %) para los hombres y de 1 en 23 (4.4 %) para las mujeres.
La mayor parte de los casos de cáncer de colon y recto tiene una evolución de 10 a 15 años, durante los cuales uno de los primeros signos es la presencia de sangre no visible en la materia fecal, lo que puede preceder por varios años la aparición de cualquier otro trastorno.
Debido a esto la percepción del riesgo de padecer este tipo de lesión es muy baja por lo que es importante informar a la población sobre la posibilidad de una prevención eficaz realizando la prueba de sangre oculta en heces anualmente a partir de los 50 años de edad.
El médico, sin embargo, podría considerar oportuno realizarla previamente si el paciente presenta algún síntoma o tiene antecedentes familiares.
Debe tenerse en cuenta que la prueba de sangre oculta en heces no tiene significado diagnóstico por sí sola. En cualquier caso, es importante que si el resultado de la prueba es positivo, se recurra a un especialista gastroenterólogo/a que realice una evaluación y se lleven a cabo estudios adicionales, como la colonoscopia, prueba diagnóstica recomendada como método de confirmación.
A través de estas evaluaciones, es posible diagnosticar la enfermedad que causó la hemorragia y proporcionar el cuidado más apropiado al paciente.
No hay que olvidar que la presencia de sangre no implica, la mayoría de las veces, que exista un cáncer de colon o recto, sino que normalmente suele ser debida a posibles condiciones benignas, agudas o crónicas que hacen que la prueba de sangre oculta en heces de un resultado positivo: úlcera duodenal y/o gástrica, varices esofágicas, colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, diverticulitis, fístulas anales, hemorroides e incluso contaminación de la muestra con sangre menstrual o del tracto urinario.
Un resultado negativo de la prueba indica que es poco probable que la persona padezca de cáncer colorrectal, aunque esto no es definitivo, por lo que se recomienda que en caso de molestias consulte al médico para que se evalúen todos los riesgos.