Prevención y adecuación del cauce de ríos

Prevención y adecuación del cauce de ríos

La prevención es una de las principales herramientas de la planificación, que se fundamenta en analizar lo que va a pasar en el futuro sobre el estudio de las realidades pasadas y las presentes. En esencia la mística de este tipo de medidas radica en anticiparse a las avenidas, actuando directamente sobre las causas que influyen en la formación o transmisión de las ondas de avenidas, las cuales pueden dirigirse a un real control de las infraestructuras de la cuenca, tomando medidas destinadas a maximizar el efecto laminador de los embalses a través de un programa de mantenimiento y conservación de las obras de retención como son evacuación, desagües y desvíos.

Los troncos de árboles que se estacan en las pilas de los puentes cuando vienen las grandes crecidas actúan como represa, y son las principales causas de daños en los aproches ya que las aguas no pueden pasar libremente.

Existen planes preventivos de tormentas que permiten actuar con antelación y evitar daños innecesarios aplicando un programa de mantenimiento.

Otra forma de prevenir efectos erosivos es mediante la ordenación de las cuencas con un uso más racional del suelo en lo referente a los aspectos agrícolas y forestales, uso de cultivos intensivos, encauzamiento de torrentes, permitiendo que la formación de las avenidas se retrase, lo que disminuye los caudales máximos y la pérdida de sólidos.

Es importante abocarnos a un verdadero plan de nación para la canalización de nuestros ríos y con ello tener una verdadera adecuación de los causes.

La Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales y el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INDRHI), son los organismos llamados a realizar este proyecto de la canalización de los ríos. La ley 64-00, en su art.195 modifica el artículo 4 y los incisos g) y h) del artículo 5 de la ley No.6, del 8 de septiembre de 1965, que crea el INDRHI, y en su art. 4. Dice textualmente: El INDRHI será la máxima autoridad nacional en relación al control, aprovechamiento y construcción de obras fluviales (regulación o encauzamiento de los ríos y protección contra avenidas); de hidráulicas agrícolas (saneamiento natural por zanjas abiertas, evaluación artificial y drenaje); de riego por infiltración, riego por canales, riego subterráneo y riego por aspersión, de azudes y presas; y de centrales hidroeléctricas.

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